En un trágico suceso que ha conmovido a una remota región montañosa del suroeste de China, se ha confirmado la pérdida de 31 vidas a causa de un deslizamiento de tierra, según el último informe de un medio estatal. La devastadora tragedia tuvo lugar en la pintoresca aldea de Liangshui, ubicada en la empobrecida provincia de Yunnan, donde 18 hogares quedaron sepultados en las primeras horas del lunes, sumiendo a la comunidad en un profundo dolor.
A pesar de la incansable labor desplegada durante casi 36 horas en operaciones de rescate, las autoridades confirmaron el sombrío saldo de 31 personas fallecidas, cifra que supera la inicial proporcionada por la cadena estatal CCTV, que informó de 25 víctimas mortales. Aunque aún no se ha detallado el número exacto de desaparecidos, informes anteriores sugieren que al menos veinte personas siguen sin ser localizadas, generando una angustiosa incertidumbre entre los familiares y las autoridades.
A pesar de que los servicios de electricidad y telecomunicaciones funcionan con normalidad, más de 900 residentes han sido evacuados de la zona tras el deslizamiento, según reportes de los medios locales. La agencia de noticias estatal Xinhua ha destacado que los equipos de rescate se encuentran inmersos en una frenética «carrera contra el tiempo», intensificando sus esfuerzos para hallar posibles supervivientes entre los escombros. Esta tarea se vuelve aún más desafiante debido a las gélidas temperaturas que azotan la región, situándose bajo cero y aumentando la urgencia de las labores de rescate.
La comunidad local, así como el país en su conjunto, se encuentra consternado por esta tragedia, y las autoridades están movilizando recursos y apoyo para brindar ayuda a los afectados. Mientras tanto, el mundo observa con solidaridad, esperando que las operaciones de rescate logren encontrar a más personas con vida en medio de esta difícil situación.