Bernardo Arévalo se convirtió en el nuevo presidente de Guatemala y asume en medio de la toma de posesión más atropellada desde la apertura democrática de ese país.
La investidura de Arévalo y de su vicepresidenta Karin Herrera se celebró en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, de la capital guatemalteca.
Pasada la medianoche y con un atraso de diez horas, asumió el cargo como nuevo presidente de Guatemala Bernardo Arévalo de León, con 65 años y con un perfil socialdemócrata Arévalo sustituye a Alejandro Giammattei, quien dicho sea de paso no quiso asistir a la ceremonia de investidura de Bernardo Arévalo y envió con terceras personas las insignias presidenciales, en su primer discurso como presidente.
Arévalo, destacó que en su gobierno priorizará el combate a la corrupción, el respeto a los derechos humanos, la estimulación de la inversión y el respeto a los pueblos originarios entre muchos otros ofrecimientos.
Bernardo Arévalo, inicia su periodo presidencial con una aceptación ciudadana encabezada por los pueblos originarios que sostuvieron la elección del ahora presidente por más de tres meses consecutivos en resistencia pacífica y que originó el respaldo de los principales órganos internacionales y decenas de organizaciones locales que defendieron la voluntad del pueblo en las urnas.
Pero no todo fue tan fácil, lo que debió ser una fiesta cívica y ciudadana en Guatemala se convirtió en todo un calvario para el presidente electo y para una buena parte de los 160 diputados de la décima legislatura, en especial los 23 diputados de la bancada oficial, quienes tuvieron su primer encontronazo con el denominado pacto de corruptos en el legislativo, entrada la noche todo fue acomodándose en su lugar.
La algarabía del pueblo de Guatemala es generalizada en la plaza de la constitución, luego que el partido semilla, además, ganara la junta directiva del Congreso de la República para el periodo 2024-2025, la elección se realizó pasadas las nueve treinta de la noche y la ciudadanía lo celebra.
Previamente, tras varias horas de atraso, el Congreso juramentó a los 160 diputados que integran la décima legislatura (2024-2028). Arévalo presenció la ceremonia.