Rodeado de naturaleza en donde podés observar impresionantes paisajes
Ubicado en la comunidad El Rosario, en la propiedad privada de don Juan Antonio Moreno, un señor de 64 años que desde un tiempo se ha dedicado a comprar terrenos para preservar el bosque.
legar a la cascada no es nada fácil. Para dar una idea de cuán lejos está, basta decir que toma 2 horas y media el viaje en vehículo desde Ocotal, Nueva Segovia, hasta el valle donde se levanta el pequeño poblado de El Rosario. Desde Managua son 332 kilómetros de recorrido, 52 de los cuales son de tierra.
Estos 52 kilómetros representan una aventura por sí mismos. Discurren entre las crestas de las montañas, con profundos abismos a uno u otro lado, o bien descendiendo larguísimas cuestas en cuya parte baja están cortadas por riachuelos, para una vez atravesados tener que ascender nuevamente a las empinadas cumbres.
La caída de agua es escalonada, pero en invierno es tan fuerte que literalmente se ha ido comiendo la montaña, desprendiéndole enormes rocas que a sus pies forman pequeñas pozas.
Dice que estudios han revelado que el salto mide 120 metros, en invierno y verano mantiene su caudal, en tiempo lluvioso se duplica. Un baño en estas frescas aguas es imperdible.
La zona del afluente es magnífica para hacer senderismo, picnic, observación de flora y fauna, avistamiento de aves y paseo a caballo. El contacto con la naturaleza está asegurado; la vista es magnífica, lo blanco del agua y lo oscuro de la montaña transmiten una sensación de relajación y enamoramiento.
Las enormes piedras te permitirán subir para tener otra vista: el recorrido del agua que al llegar ves caer. Complementan tu fascinación el trinar de las aves, el chillido de monos, el viaje del agua que baja y el viento recorriendo el bosque.