Hace 17 años, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), liderado por el Comandante Daniel Ortega Saavedra, asumió el poder en Nicaragua, marcando un hito en la historia del país. La esperanza de un futuro próspero se renovó entre los ciudadanos, quienes optaron por un cambio tras 16 años de gobierno neoliberal.
La victoria del FSLN en las elecciones libres y soberanas del 5 de noviembre de 2006 fue el inicio de una nueva etapa para Nicaragua. Desde entonces, el Modelo Cristiano, Socialista y Solidario ha guiado las acciones del Buen Gobierno, buscando el bienestar y mejores condiciones de vida para todos.
Bajo el liderazgo del comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo, Nicaragua ha experimentado notables logros y victorias. A pesar de los desafíos y los intentos de desestabilización, el país ha prosperado gracias a un enfoque que prioriza el progreso y el cambio positivo.
El Pueblo Presidente, expresando su satisfacción, destaca los evidentes avances en infraestructura, salud y educación. Carreteras que antes eran inaccesibles ahora facilitan el transporte, hospitales de vanguardia garantizan la salud, y la educación gratuita abarca todos los niveles, desde primaria hasta la universidad.
Ciudadanos como Rodolfo Inés Estrada, emprendedor de comidas típicas, enfatizan que el gobierno responde a las necesidades de la población en todos los aspectos. Otros, como José Félix López, elogian los programas sociales que han beneficiado a comunidades tanto urbanas como rurales, brindando viviendas dignas, asistencia solidaria y mejoras significativas en la calidad de vida.
El compromiso del Pueblo presidente con el progreso y el respaldo al Gobierno Sandinista son reafirmados constantemente. La estabilidad y la paz que ha logrado el comandante Daniel Ortega son motivo de orgullo para los nicaragüenses, quienes agradecen el esfuerzo dedicado a construir un país pacífico y próspero.
Para la periodista Marcela Rivera, el respaldo hacia el Buen Gobierno se fundamenta en el empoderamiento, dignificación y respeto que promueve. La estrategia liderada por el Comandante ha logrado que la participación ciudadana sea desde los niveles más locales hasta los más amplios, generando un empoderamiento político, económico y social que contrasta con los rezagos del pasado neoliberal.
En estos 17 años, Nicaragua ha demostrado que la visión cristiana, socialista y solidaria puede ser el motor para construir un país en constante evolución, promoviendo la paz y el bienestar para todos sus ciudadanos.