El Diario Nica

Lavrov «La OSCE está al borde de un precipicio»

Según el canciller ruso, la OTAN y los países de la UE «han destruido con sus propias manos la dimensión político-militar» de la organización.

Rusia opina que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) se encuentra actualmente en un «estado deplorable», declaró este jueves el ministro de Asuntos Exteriores del país, Serguéi Lavrov.

«Dentro de poco más de un año, el Acta final de Helsinki [de 1975] cumplirá 50 años. A este respecto, lamentamos constatar que la OSCE se acerca a la fecha de este aniversario en un estado deplorable y que sus perspectivas siguen sin estar claras», declaró durante una reunión del Consejo de cancilleres de la organización celebrada en la capital macedonia, Skopje.

Según el jefe de la diplomacia rusa, tras el fin de la Guerra Fría, surgió una «oportunidad histórica para aprovechar plenamente el potencial unificador de la OSCE», convirtiéndola en una plataforma para la cooperación europea lo más amplia posible. «Desgraciadamente, las élites políticas occidentales, que se han arrogado el derecho a decidir el destino de la humanidad, han tomado una decisión miope, no a favor de la OSCE, sino a favor de la OTAN. A favor de la filosofía de la contención, de los juegos geopolíticos de suma cero«, señaló.

Lavrov afirmó que «uno de los componentes clave de esta línea fue la expansión de la Alianza Atlántica hacia el este, iniciada tras la disolución del Pacto de Varsovia», aunque se creía que el fin de la confrontación bipolar «privaba a la OTAN de su razón de existir».

Aseveró que los países de la alianza y de la UE «han destruido con sus propias manos la dimensión político-militar» de la organización, refiriéndose a la agresión de la OTAN contra Yugoslavia, que formaba parte de la OSCE, así como a la separación de Kosovo de Serbia sin realizar ningún referéndum en 2008.

«La OSCE se está convirtiendo en un apéndice de la OTAN y de la Unión Europea. Hay que reconocer que la organización está al borde de un precipicio. Se plantea la simple cuestión de si tiene sentido invertir en revitalizarla. ¿Será capaz algún día de adaptarse a las realidades objetivas del desarrollo global?«, concluyó.