Kim Kardashian, reconocida empresaria y modelo, ha vuelto a sorprender al mundo con el lanzamiento de una línea de bras de su marca SKIMS que ha generado un debate en redes sociales. La característica distintiva de estos sujetadores es la inclusión de pezones artificiales incorporados, diseñados para ser visibles a través de la ropa, y su impacto en el mercado ha sido notoriamente exitoso.
El producto, conocido como «Ultimate Nipple Push-Up Bra», se agotó en la tienda online de Kim Kardashian en cuestión de semanas, generando opiniones encontradas entre sus seguidores. La socialité presentó la innovadora prenda con un video humorístico, donde abordó la lucha contra el cambio climático como parte de la motivación detrás de esta peculiar propuesta. Kardashian anunció que donará el 10% de las ventas a 1% for the Planet, una red global dedicada a apoyar al medio ambiente.
Aunque inicialmente percibido como una excentricidad, el sujetador ha demostrado tener beneficios más allá de su impacto ambiental. Para muchas mujeres que han sobrevivido al cáncer de mama, el diseño único del producto ha contribuido a restaurar la confianza después de cirugías que implicaron la extirpación de senos. Las reseñas de clientes satisfechas destacan la importancia del «Ultimate Nipple Push-Up Bra» como una solución emocionalmente significativa.
Además, personas trans también han expresado su alegría al sentirse más «femeninas» gracias a este producto, a pesar de que inicialmente no se diseñó con ese propósito. La descripción del sujetador enfatiza su capacidad para proporcionar una «elevación y sujeción sexy y de aspecto natural», lo que ha sido elogiado por clientes que buscan una apariencia audaz y sin sujetador.
Sin embargo, no todos han recibido positivamente esta innovación. Algunos críticos argumentan que el sujetador podría aumentar los casos de acoso en entornos laborales y lugares públicos. Comentarios en redes sociales reflejan opiniones divididas, desde sorpresas conyugales hasta preocupaciones sobre la aceptación en entornos profesionales.
El debate en torno al «Ultimate Nipple Push-Up Bra» destaca la capacidad de Kim Kardashian para generar conversación y desafiar las convenciones en la industria de la moda. Aunque el inventario inicial se agotó en menos de un mes, queda por ver si SKIMS repondrá el producto, considerando su éxito y la demanda continua, a pesar de su precio de $62 dólares por unidad. La polémica prenda parece haber logrado su objetivo al convertirse en una pieza de moda que va más allá de la estética, generando diálogo sobre la confianza, la aceptación del cuerpo y la creatividad en la industria del diseño de moda.