El Diario Nica

Cuba navega hacia el futuro inauguración del dique flotante vanguardista

En un hito estratégico para el país, Cuba ha fortalecido significativamente su capacidad en el comercio marítimo con la apertura, el pasado octubre, del dique flotante más grande y moderno de la región caribeña. Situado en Casa Blanca, al este de la bahía de La Habana, este monumental dique no solo se erige como un impulso para el astillero local, sino también como un generador clave de ingresos externos, fuentes de empleo y mejoras salariales en el sector.

Johannes Milian, gerente general de Caribbean Drydock, subrayó la importancia estratégica del dique, destacando su potencial para impulsar las exportaciones y generar ingresos externos cruciales para la economía cubana. Este proyecto, concebido a través de rigurosas negociaciones con el Gobierno de China y respaldado por un crédito que superó los 40 millones de dólares, se posiciona como una inversión a corto plazo que se anticipa contribuirá significativamente al desarrollo económico de la isla.

El gerente de mantenimiento, Ernesto Pérez, resaltó la avanzada tecnología implementada en el dique, describiendo su sistema de control y monitoreo como de vanguardia. El montaje de estos sistemas fue un proceso complejo, con 3.500 inspecciones realizadas durante 18 meses, subrayando el compromiso de Cuba con la excelencia y la innovación en el ámbito marítimo.

Además de su impacto financiero positivo, la nueva infraestructura brinda ahorros sustanciales al país al ofrecer servicios de mantenimiento a embarcaciones cubanas localmente, evitando costos adicionales asociados a enviarlas a otras partes del mundo. Este aspecto no solo fortalece la autosuficiencia del país, sino que también establece a Cuba como un actor relevante en el comercio marítimo regional, aprovechando su posición geográfica estratégica.

En última instancia, el dique flotante no solo representa un hito en el desarrollo de la infraestructura cubana, sino también una fuente vital de empleo y la oportunidad de mejorar las condiciones laborales en un sector que previamente enfrentaba desafíos de descapitalización. Este logro refuerza el compromiso de Cuba con la modernización y el progreso en sus capacidades marítimas, abriendo nuevas puertas hacia un futuro más prósper