Es una de las iglesias más antiguas de la ciudad universitaria.
Se ubica en el Barrio Laborío es una de las iglesias más antiguas de León. Fue construida en 1618 en cumplimiento del mandato del Rey Felipe III de España en el pueblo de “los naboríos”, en el mismo lugar donde se encuentra actualmente.
En el siglo XVII, la iglesia San Nicolás de Tolentino constituyó el núcleo generador del pueblo que albergaba a «los naboríos» (hoy Barrio El Laborío), nombre con que se designada en la época colonial a los indios dedicados exclusivamente a los servicios domésticos de las residencias de los españoles.
No se conoce con exactitud sus intervenciones, pero la fachada actual difiere totalmente de la primitiva, aunque el cuerpo principal y los presbiterios están sin alteraciones.
Tiene una estructuración colonial, basada en la disposición rectangular simétrica que mantiene la continuidad espacial de los diferentes ambientes.
Sus fachadas corresponden también a los lineamientos coloniales por la sencillez y austeridad plástica que le da cierto aire semi rural; pero el frontispicio y sus torres tras varias inversiones, han recogido influencia neoclásica un tanto modernizadas que le dan una apariencia puramente ecléctica.
El altar mayor de la primera construcción de esta iglesia fue dedicado a San Nicolás de Tolentino, cuya imagen es la misma colocada por los misioneros.
San Nicolás de Tolentino fue el primer santo de la Orden de San Agustín y se le considera protector de las ánimas del Purgatorio, e intercesor por la justicia, la maternidad, la infancia y la salud.
Era patrono del pueblo de los naboríos y ahora es del Barrio El Laborío y se celebra el 10 de septiembre de cada año.