En León Viejo tuvo los nombres de «Nuestra Señora de la Piedad» y «Nuestra Señora de la Gracia».
La catedral de León, también conocida como basílica catedral de la Asunción de León y catedral de la Luz, cuyo nombre oficial es Insigne y Real Basílica Catedral de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, es una catedral de la Iglesia católica de construcción barroca colonial ubicada en la ciudad de León, Nicaragua.
Su construcción duró entre 1747 y 1816; fue consagrada por el Obispo Bernardo Piñol y Aycinena en 1860 y elevada a Basílica menor por el Papa Pío IX el 20 de noviembre del mismo año, desde entonces la ciudad de León tiene el privilegio de tener la catedral más grande de Centroamérica y una de las más hermosas de América.
El diseño arquitectónico fue realizado por el arquitecto guatemalteco Diego José de Porres y Esquivel.
La catedral se distingue por tener una planta rectangular, de un tipo generalizado en aquellos siglos y semejante a los de las catedrales de Lima y el Cuzco, Perú. Sus dos torres de 40 metros de altura y la fachada son de estilo neoclásico.
Tiene cinco naves, diez tramos abovedados, dos torres en su fachada y una parroquia. El sagrario está ubicado casi paralelo al altar mayor, cuyo saliente rompe la simetría rectangular.
Su interior es espacioso y con mucha iluminación natural posee columnas cruciformes muy gruesas y en algunos casos se elevan 30 metros, su nave central se estaca por sobre las naves laterales y está rematada en el crucero por una gran cúpula altamente decorada de 35 metros de altura.
En la terraza guarda el mayor espectáculo barroco que se combina con el estilo neoclásico. Las ventanas son abovedadas y los dos campanarios tienen una cúpula chinesca.
Debido a robustez de sus muros ha soportado terremotos, erupciones volcánicas del volcán Cerro Negro y guerras.
Tiene valor histórico por ser, desde 1531, la sede episcopal de la primera diócesis de la Iglesia Católica en Nicaragua, por lo que es una de las diócesis más antiguas de América. Es la sede de la Diócesis de León.
Bajo sus arcadas, en sus criptas diseñadas para soportar los sismos, reposan los restos mortales de 27 personas, entre ellas 10 obispos, 5 sacerdotes, un prócer de la independencia, tres poetas, un músico, seis notables y una esclava.
La tumba de Darío, padre del modernismo y considerado Príncipe de las letras castellanas, está al pie de la estatua de San Pablo.
A principios del siglo xx monseñor Simeón Pereira y Castellón (el mismo que presidió los funerales de Darío el 13 de febrero de 1916) le encargó al escultor granadino Jorge Navas Cordonero hacer la estatua de la Virgen María encima del frontis de la fachada, los atlantes que están entre el frontis y los campanarios. Navas también esculpió las estatuas de los Doce Apóstoles, junto a las columnas de la nave central, al igual que el león de la tumba de dicho poeta, muy parecido al León de Lucerna, Suiza (hecho por el escultor danés Bertel Thorvaldsen, 1770-1844), el Cristo de la tumba de monseñor Pereira y varias decoraciones dentro del templo y su Capilla del Sagrario.
Por su gran valor artístico, cultural e histórico, el 28 de junio de 2011, fue elevada por Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) a la categoría de Patrimonio de la Humanidad,6 siendo el segundo en la historia de este país7