Se le conoció hasta la década de 1990, como la Catedral Blanca. Con los traslados de la Villa de San Antonio de Pavía, de Villa Vieja al Llano de Michigüiste y de este al actual sitio de la ciudad transcurrieron tres etapas diferentes.
La Catedral de Nuestra Señora del Rosario de Estelí, es la sede de la Diócesis de Estelí y está dedicada a la advocación mariana de Nuestra Señora del Rosario de Estelí, patrona de la Diócesis. Se encuentra ubicada en la ciudad de Estelí, Nicaragua. Tiene un estilo Neoclàsico y moderno, fue consagrada como sede de la Diócesis el 17 de diciembre de 1962 por el papa Juan XXIII.
Para 1865, los habitantes de la Nueva Ciudad de Segovia (Ciudad Antigua), llegaron ahí huyendo de la destrucción e invasión de los piratas ingleses. Al llegar a la actual Villa Vieja, fundaron ahí la Villa de San Antonio de Pavía con una pequeña ermita provisional.
La Villa en sus inicios era una pequeña localidad con unos pocos habitantes, con lo necesario para sobresalir.
Esta ermita tenía lo propio de las ermitas coloniales primitivas; de planta rectangular, de un solo cuerpo, techo a dos aguas, una sola nave, con imágenes coloniales españolas llevadas a la Nueva Ciudad de Segovia por los españoles; 183 años después es traslada la ermita con el poblado al Llano de Michigüiste.
La tercera construcción del templo tenía sus reliquias coloniales, entre las reliquias según las crónicas estaban el “Señor Crucificado del Desprendimiento” y la imagen de la “Virgen del Rosario” que según la leyenda la imagen estaba destinada a la ciudad de León y por equivocación llegó a Estelí; teniendo también platerías, ornamentos para el altar y retablos de carácter colonial.
Como reliquia de total importancia estaba la pila bautismal, tallada a mano por los primeros habitantes de la Villa de San Antonio de Pavía. Las crónicas expresan que para 1778 el “Señor Crucificado del Desprendimiento”, fue dado a retocar por un pintor y restaurador de la Villa de Nicaragua (Ciudad de Rivas), dejando en una de las extremidades inferiores de la imagen una carta que se encontró en 1947.
Este documento hace evidente la antigüedad de la imagen, datando -según las crónicas- desde tiempo de la colonia, desde la fundación de la Villa.
El traslado al actual territorio de la ciudad de Estelí se dio por los ataques de lo aborígenes. Según las memorias municipales, los pobladores “meditaron si convenía la reconstrucción de la villa o trasladarla a un lugar más apropiado”, eligiendo el traslado al Llano de Michigüiste y entre lo primero que trasladaron fue la ermita, que simbólicamente significaba el traslado oficial.
Este traslado se dio aproximadamente entre los días 11 – 13 de junio de 1823. La construcción de la ermita fue rudimentaria, gañeron con techo de paja y piso de tierra, correspondiendo a los materiales tradicionales de aquella época; teniendo como titular a San Antonio de Padua; al trasladarse la ermita se trasladaron también las imágenes sagradas para los pobladores, su reliquias, el Cristo del Desprendimiento y la Virgen del Rosario.
En 1871, la Villa pasó a denominarse legítimamente como Municipio, se dispuso la erección de un distrito, con todo ello el Municipio tomaba una nueva figura, de ciudad, con ello, también la ermita cambiaba su aspecto.
Se construyó la ermita con los materiales que construían sus viviendas, paredes de adobe, ladrillos de barro para el piso, el armazón del techo con tejas y maderas de Zapotillo y guachipilín, los pilares de níspero con 11 varas de alto utilizando en los trabajos más finos maderas de cedro real y caoba.
Los adobes eran preparados por los mismos pobladores. Al terminar las paredes, se dio paso al repello de las paredes con mezcla negra a base de arena y tierra, el fino era preparado con cal.
Se inició a inicios de 1930, durante el curato del Presbítero Filemón Mejía Fajardo (1896–1945), quien comenzó la construcción de la obra, sin tener conocimientos de arquitectura el Sr. Wenceslao González se hizo responsable de la construcción del edificio.
La torre norte fue la primera construcción de la fachada, la segunda torre se construyó en 1940, posteriormente se construyó el frontispicio (1945). La construcción se interrumpió por cinco años. El arco toral era de estilo neoclásico que armonizaba con la fachada. El zócalo, decorado con molduras y 1 metro de altura, columnas con estilo dórico con fuste liso, el resto de estilo jónico de fuste estriado.