La Casa Blanca, desde donde el Gobierno estadounidense ordena a diario enviar armas letales a Israel, amanece con huellas de manos rojas en sus paredes.
Manifestantes propalestinos y activistas pacíficos plasmaron el lunes por la mañana sus manos pintadas en rojo, simulando la sangre inocente derramada en Gaza, en las principales entradas de la Casa Blanca.
Se ven también banderas palestinas pintadas en las paredes y mensajes como “Palestina libre”.
La policía ha colocado barreras alrededor del palacio presidencial para impedir el paso de peatones y solo autoriza el acceso al edificio a los periodistas y los invitados oficiales de la Casa Blanca, según informó la agencia rusa de noticias Sputnik.
La medida forma parte de las protestas masivas que se realizaron durante el fin de semana en Washington, D.C., para condenar el apoyo financiero y armamentista de Estados Unidos a Israel en plena agresión genocida de la entidad sionista a la Franja de Gaza. Los manifestantes exigieron un alto el fuego en el enclave costero y calificaron la situación como un injusto derramamiento de sangre de los palestinos.
Más de 10 000 civiles, en su mayoría niños y mujeres, han perdido la vida como consecuencia de los bombardeos implacables israelíes a la Franja, que continúan por más de un mes.