El Diario Nica

Los Agüizotes una fiesta de mitos y leyendas

Cada último viernes de octubre, el departamento de Masaya en Nicaragua se prepara para una experiencia única y sobrenatural. Las calles se llenan de espantos y el ambiente se carga de misterio, marcando el inicio de Los Agüizotes, una celebración enraizada en el folclore y la tradición de la región.

Los Agüizotes, al ritmo de los chicheros, emprenden su recorrido por las principales vías del departamento de Masaya. Su objetivo es sembrar el miedo entre quienes tienen el privilegio de presenciar esta enigmática procesión, convirtiendo la noche en una experiencia tenebrosa y emocionante.

Desde las 6:00 de la tarde, los personajes más emblemáticos de las leyendas nicaragüenses se congregan en la Plaza de Monimbó. Alrededor de las 8:00 de la noche, inicia el recorrido que marca una de las festividades más notables de la localidad.

La festividad de Los Agüizotes se celebra desde 1976 y forma parte de las festividades en honor a San Jerónimo, el santo patrono de Masaya. Aunque algunos la comparan con el famoso Halloween, es importante destacar que Los Agüizotes son una tradición auténtica y única en la cultura nicaragüense.

Esta festividad se trata de una exposición a manera de carnaval que rinde homenaje a las leyendas que enriquecen el folclore local. Los pobladores se visten para representar la idiosincrasia de estas historias, dando vida a figuras como la mocuana, el padre sin cabeza, la vieja del monte, la cegua, la mona, la carretanagua, el cadejo y otras figuras legendarias.

Aunque es común ver durante el trayecto a personas con lanzallamas, esta práctica no corresponde al tradicionalismo que caracteriza a esta celebración. Los Agüizotes son una fiesta arraigada en la autenticidad y en el respeto por las leyendas que definen la cultura local.

La víspera del recorrido de Los Agüizotes, el último jueves de octubre, se lleva a cabo la famosa «Vela del Candil». Esta ceremonia consiste en velar los trajes, máscaras y vestuarios que serán utilizados durante la caravana de espantos. Al día siguiente, los participantes están listos para aterrorizar a los asistentes de esta populosa actividad.