Una consecuencia de la economía en este periodo es el aumento de la pobreza.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática del Perú (INEI), perfila el 2023 como el peor año para la economía del país sudamericano, frente a los continuos datos negativos del Producto Interno Bruto.
Según Moody’s, Fitch y Standard & Poor’s (agencia internacional especializada en análisis de riesgos financieros), en las últimas evaluaciones realizadas, observan un preocupante descenso en las proyecciones económicas.
Además, apuntan que esto se debe con la gobernanza débil, inestabilidad política y crisis social, que afectan los pronósticos de inversión y perspectivas de desarrollo.
Luego de que Perú atravesara por un crecimiento sostenido —que solo entre 2004 y 2019 logró reducir la tasa de pobreza del 59% al 20%— el país ahora se enfrenta a una recesión y a una serie de proyecciones desfavorables para este año.
Además, según las últimas estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática del Perú (INEI), confirma que la situación económica de Perú cerrará con números negativos, ya que en agosto se registró una caída de 0,63% del Producto Bruto Interno (PBI).
El Ministerio de Economía, finalmente reconoció que el país se encuentra inmerso en una recesión económica. A pesar que desde hace meses se habían hecho advertencias sobre esta situación, el ministro Contreras solo admitió la realidad después de que se publicaron las cifras del INEI y de las calificadoras internacionales como Moody’s, las cuales señalaban el deterioro de los indicadores económicos y el creciente riesgo para la estabilidad financiera del país.
Desde que inició el 2023, se alertó sobre una posible recesión económica, sin embargo, el Ministerio de Economía, en ninguna ocasión reconoció esta probabilidad, hasta ahora. Una consecuencia de la economía en recesión es el aumento de la pobreza. En el caso de Perú, este impacto en la población se dará por segundo año consecutivo, alcanzando hasta un 29 %.
Además de la vulnerable situación económica que enfrenta Perú, lo más crítico aún está por venir, ya que para 2024 se prevé que el fenómeno del Niño sea de moderado a fuerte