Durante toda su vida, la princesa Diana se destacó por su estilo único y su habilidad para marcar tendencias en el mundo de la moda.
Desde su inolvidable suéter con estampado de ovejas hasta el atrevido «vestido de venganza» que usó tras anunciar su separación, su sentido de la moda siempre fue cautivador.
Sin embargo, una de las prendas que más resonó en su legado fue su chaqueta deportiva de los Philadelphia Eagles, la cual la Princesa lució en múltiples ocasiones.
Ken Wharfe, su antiguo guardaespaldas y confidente, compartió recientemente las razones detrás del amor de Diana por esta prenda icónica. Wharfe, quien trabajó estrechamente con ella, tuvo la oportunidad de conocer sus gustos y motivaciones en cuanto a vestuario. Según él, Diana siempre anhelaba una vida de normalidad, un deseo que a menudo entraba en conflicto con las obligaciones de la realeza. A pesar de esto, la princesa encontraba maneras de equilibrar su papel real con el deseo de ser una madre común y corriente.
«Ni William ni Harry, cuando eran niños, querían que su madre vistiera ropas elegantes para llevarlos a la escuela. Así que Diana intentaba ser lo más casual posible», explica Wharfe. Para Diana, era importante ser vista como una madre moderna y juvenil. Su estilo audaz y distintivo reflejaba su deseo de destacar y de mostrar al público y a sus hijos que era una madre normal, cuyo estilo era adorado por todos.
Si Diana estuviera entre nosotros hoy, Wharfe imagina que estaría encantada al saber que su chaqueta deportiva aún es tema de conversación después de tantos años. Para él, es un testimonio del impacto duradero que tuvo en la moda y en la cultura popular.
La chaqueta de las Águilas de Filadelfia se convirtió en una de las prendas más emblemáticas de Diana. Fue un regalo especial del estadístico del equipo, Jack Edelstein, quien la conoció durante el funeral de la princesa Grace de Mónaco en 1982. Diana mencionó que los colores del equipo, verde y plata, eran sus favoritos, lo que inspiró a Edelstein a enviarle la chaqueta como obsequio.
Esta prenda significativa fue lucida por Diana en varios eventos importantes, como su visita a la escuela Wetherby en Londres, donde acompañó a su hijo menor, el príncipe Harry. También la llevó durante una salida al parque temático Alton Towers, junto a ambos hijos, un momento que quedó inmortalizado en la portada de la revista People en 1994.
Poco después del trágico fallecimiento de Diana en 1997, Edelstein reveló que ella pensaba que el fútbol americano era similar al fútbol soccer, lo que demuestra que la princesa no estaba muy familiarizada con el deporte.
El gesto de Edelstein al envolver a la princesa en los colores de su equipo se convirtió en un hecho comentado por los medios y representó un intercambio cultural entre dos naciones a través de un regalo emblemático.
La presencia de esta prenda en eventos públicos significativos, inmortalizada en fotografías y portadas de revistas, atestigua la importancia que Diana le otorgó a este regalo, convirtiéndolo en un símbolo de su estilo casual y personal, siempre impecable pero cercano a la gente.