“Actualmente me encuentro en el proceso de seguimiento. Ya llevo 2 años, tengo un tratamiento que es para 5 años. Me realizan mi seguimiento cada 3 o 4 meses”
El 19 de octubre ha sido designado por la Organización Mundial de la Salud como el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, con el propósito de concienciar a la sociedad sobre esta enfermedad que, lamentablemente, cobra la vida de miles de mujeres en todo el mundo.
Susana Miranda de 45 años de edad, ingeniera en sistemas, comparte la experiencia que le ha tocado como sobreviviente de cáncer de mama, mismo que le fue diagnosticado hace 3 años, en una visita periódica.
“Para el año 2020, me hice mi segunda mamografía. En ese año yo tenía la edad de 42 años, esa monografía me la realice en el hospital Bertha Calderón. El diagnostico que yo tuve, fue de micro calcificación, fue ahí donde empezó el proceso de exámenes para hallar el tratamiento exacto.
Luego pase a mi clínica previsional donde me realizaron una biopsia donde me salió un ganglio comprometido, como era una etapa temprana inmediatamente pase a lo que fue la cirugía, al mes inicie 3 ciclos de quimioterapia durante 20 días, luego pase al proceso de radiación en el Nora Astorga.
Fue una detención temprana, lo cual me llevó al proceso de cirugía de mama, después pase por el proceso de quimioterapia, luego tome las radiaciones en el Centro de Radioterapia Nora Astorga. Cuando somos diagnosticadas con cáncer de mama, siempre lo asociamos a la muerte”
Miranda indica que, desde que supo que tenía esta enfermedad, su mayor apoyo ha sido tener a Dios, además de su familia, que no se ha despegado de cada uno de los procesos por los que ha pasado, así como la motivación que le han brindado cada uno de los médicos que la han atendido.
“Aquí hay un aspecto muy importante porque juega un papel muy importante dentro del proceso como pacientes oncológicos, no dejan de ser importantes el mastologo, el psicólogo, el nutricionista, todas estas personas son muy importantes”
La sobreviviente de cáncer de mama, indica que el radiólogo es fundamental y se convierte en la pieza clave a la hora de enfrentar este terrible mal. Situándose en la parte final de todo el proceso del tratamiento.
El Ministerio de Salud (MINSA) ha venido realizando esfuerzos significativos para reducir la incidencia de esta mortal enfermedad entre las mujeres de manera anual. Uno de estos esfuerzos notables es la instalación de dos aceleradores lineales en dos ubicaciones estratégicas.
Además de estas inversiones en tecnología médica, el MINSA ha llevado a cabo campañas intensivas a través de los medios de comunicación para promover la prevención. Se alienta a las mujeres de todas las edades, pero especialmente a aquellas que han superado los 40 años, a que acudan a realizarse revisiones periódicas en las unidades de salud correspondientes y a adoptar la rutina del autoexamen.
Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama se considera el tipo de cáncer más frecuente y la principal causa de mortalidad en mujeres a nivel mundial. Además, esta enfermedad ocasiona más años de vida con discapacidad que cualquier otro tipo de cáncer en el género femenino
“La carga de enfermedad que representa el cáncer de mama es desproporcionadamente mayor en los países en vías de desarrollo, donde la mayoría de las muertes por cáncer de mama ocurren prematuramente, en mujeres menores de 70 años”.
La autoridad competente en materia de salud señala que, en el continente americano, el cáncer de mama representó aproximadamente una cuarta parte de los nuevos casos en el año 2020. Además, en América Latina y el Caribe, la proporción de afectados menores de 50 años alcanzó el 32%, significativamente mayor que en América del Norte, donde fue del 19%.El pronóstico después de un diagnóstico de cáncer de mama ha mejorado dramáticamente en los países de altos ingresos, los cuales han tenido una disminución del 40% en mortalidad por cáncer de mama (estandarizada por edad) entre 1980 y 2020, tras la introducción de programas de detección temprana y protocolos de tratamiento estandarizados. La detección precoz y el acceso a tratamiento efectivo siguen siendo un reto para países con recursos limitados, a pesar de que existen intervenciones probadas y rentables. Se pueden lograr mejoras sustanciales en el control global del cáncer de mama mediante la implementación de lo que ya sabemos que funciona”.