Se localiza a unos 5 kilómetros del poblado de El Jícaro, en el departamento de Nueva Segovia y a unos 285 kilómetros de Managua.
Para llegar al punto se atraviesa un camino sin asfaltar y luego de superar estrechas curvas y de bajar y subir incontables colinas.
Del antiguo campamento minero, hoy quedan enormes máquinas y piezas de metal que las décadas han dejado corroídas; se observan gigantescos muros de concreto y un lecho de un río.
Hoy estas ruinas están cubiertas por el monte y el tiempo, al fondo de la ciudad de Quilalí cerca de El Jícaro, constituye un testimonio de su pasado colonial.
Sus minas de oro todavía viven en el recuerdo de los güiriseros, este oficio aún se desempeña.
San Albino es un museo a cielo abierto, donde solo son observables los vestigios físicos de la antigua bonanza minera.