En un giro inesperado de eventos, un tren que transportaba a cientos de eurodiputados con destino a Estrasburgo se desvió accidentalmente hacia Disneyland París debido a un error en la ruta.
El lunes pasado, un tren francés que debía llevar a los legisladores desde Bruselas a Estrasburgo experimentó una inusual desviación, terminando en la estación de Marne-la-Vallée Chessy, ubicada en las proximidades del famoso parque temático. El incidente provocó un aumento de 45 minutos en el tiempo de viaje, según un portavoz de la SNCF, la compañía encargada de la red ferroviaria francesa.
Esta peculiar travesía es parte de la rutina mensual del Parlamento Europeo, que dispone de dos trenes exclusivos para facilitar el desplazamiento de sus diputados y funcionarios entre sus sedes en Bruselas y Estrasburgo. Los pasajeros, que incluyen diputados, miembros de otras instituciones de la UE, grupos de interés y periodistas, cubren aproximadamente 400 kilómetros en tren.
A pesar de las críticas recurrentes por el alto costo asociado (según el Parlamento Europeo, casi 114 millones de euros al año) y las dificultades logísticas, Francia defiende la celebración de las reuniones parlamentarias en Estrasburgo. Este debate ha llevado a que el Parlamento Europeo sea etiquetado en repetidas ocasiones como un «circo ambulante».
Los pasajeros del tren, informados de que el retraso se debía a un «error de ruta», tomaron la situación con buen humor. Durante un tiempo, Disneyland se convirtió en tema de tendencia en las redes sociales de la capital belga.
«No pudimos bajarnos, lamentablemente», declaró un funcionario, quien agregó que pudo divisar la cúspide de la montaña rusa Space Mountain durante la breve parada.
«Equipo Disneyland», escribió la eurodiputada holandesa Samira Rafaela mientras posaba para una foto con otro colega en el vagón restaurante del tren.
En tono jocoso, Emmanuel Foulon, un asistente parlamentario a bordo del tren, preguntó: «¿Se convertirá pronto el eslogan de Disney, ‘Cuando la magia se hace realidad’, ¿también en el eslogan del Parlamento Europeo?». Afirmo Daniel Freund legislador Alemán.
Añadió «No somos el Parlamento de Mickey Mouse», en alusión a las críticas al denominado «circo ambulante».