En un emotivo y significativo acto, la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de la República de Nicaragua declaró a Benjamin Zeledón como Héroe Nacional, un reconocimiento póstumo que honra la valentía y el compromiso de este ilustre nicaragüense.
El Decreto N° 536, aprobado el 27 de septiembre de 1980 y posteriormente publicado en La Gaceta, Diario Oficial N° 233 del 10 de octubre de 1980, ha inmortalizado la figura de Zeledón en la historia de la nación centroamericana.
Benjamin Zeledón fue un líder indiscutible en la lucha por la justicia y la libertad en Nicaragua durante principios del siglo XX. Su valentía y determinación quedaron plasmadas en su participación en la Revolución Liberal de 1912, donde lideró a un grupo de valientes nicaragüenses en una resistencia tenaz contra la ocupación militar extranjera en su país.
Su sacrificio final en la batalla de El Sauce, donde murió combatiendo en defensa de la soberanía nicaragüense, lo convirtió en un símbolo de la lucha por la independencia y la autodeterminación.
La declaración de Benjamín Zeledón como Héroe Nacional en 1980 fue un reconocimiento tardío pero más que merecido a su legado. Durante décadas, su contribución a la causa de la independencia y la justicia en Nicaragua había sido venerada por muchas personas en el país, y este decreto oficial finalmente lo llevó al lugar que merecía en la historia de Nicaragua. Su coraje y compromiso siguen inspirando a las generaciones futuras a luchar por la libertad y la justicia en su tierra natal.
La figura de Benjamin Zeledón no solo es un símbolo del pasado de Nicaragua, sino también un ejemplo perdurable para las generaciones futuras. Su valentía y sacrificio en la lucha por la independencia y la justicia son recordatorios de la importancia de defender los valores fundamentales de la nación y de luchar por un futuro mejor para todos los nicaragüenses. Su legado continúa siendo una fuente de inspiración para todos aquellos que buscan un Nicaragua más justo y próspero.
Benjamin Zeledón, declarado Héroe Nacional por la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, permanece en el corazón de Nicaragua como un símbolo de valentía y determinación en la lucha por la independencia y la justicia. Su memoria vive a través de las generaciones, recordándonos que los héroes no se olvidan y que su legado sigue iluminando el camino hacia un futuro mejor para todos los nicaragüenses.