El mítico y recién retirado QB estaba a punto de adquirir un porcentaje accionarial minoritario en la franquicia de Las Vegas. Varios reportes indican que la compra estaría en punto muerto.
A pesar de su retirada, Tom Brady sigue dando de qué hablar. Si bien a principio de semana se especuló con una potencial vuelta al ruedo del mítico QB de los New England Patriots y los Tampa Bay Buccaneers con una oferta de los New York Jets para reemplazar al lesionado de gravedad, Aaron Rodgers, parece que los planes de Brady no pasan por volver a enfundarse los guantes. A principios de año, justo cuando se anunció su retirada, salió a la luz pública que el de California habría estado en negociaciones para entrar en el accionariado de Las Vegas Raiders, tras recibir una oferta del dueño, su amigo Mark Davis, parece que las negociaciones estarían en punto muerto.
Según informan varias fuentes a medios estadounidenses, la venta de esa participación minoritaria aún no se habría efectuado. Algunos insiders informan que una votación para decidir la inclusión de Brady en el accionariado de los Raiders podría tener lugar en las próximas semanas, antes de la Fall League Meeting de octubre. Sin embargo, varias fuentes aluden que el retraso a esta votación estaría debido a la financiación de Brady a la hora de pagar el paquete, además a toda la información sobre una posible compra aún por compartir entre la junta de la franquicia. De momento, no habría ninguna garantía de que el proceso de adquisición finalice en octubre, lo que derivaría a una reunión final en la Winter League Meeting donde Brady, ahora sí, cierre de manera definitiva el proceso de entrar en los despachos de la NFL.
Según el portal oficial de la NFL, “cualquier socio comanditario de un equipo de la NFL, independientemente del tamaño de la participación que pretenda comprar, debe ser aprobado por una mayoría de tres cuartos de los votos de los propietarios”. Esa votación aún no se ha producido sobre la compra pendiente de los Raiders por parte de Brady. La transacción sigue bajo revisión de acuerdo con el proceso normal para aprobar la adquisición de la nueva propiedad.
Si finalmente Tom Brady logra entrar en el accionariado de Las Vegas Raiders, la NFL cerraría las puertas a una potencial vuelta a su legendario quarterback. La liga es clara en ese sentido. Según los estatutos de la competición, recientemente actualizados, comprar una participación en en una franquicia de la NFL, no importa el tamaño de la misma que se pretenda comprar, impediría que el dueño pueda jugar en otro equipo de la competición.