La lucha por la Independencia duró casi diez años.
El Día de la Independencia celebrado el 15 de septiembre, es una fecha de gran importancia en la historia del Nicaragua.
Marca el momento en que Nicaragua se liberó del dominio colonial español en 1821. Durante esta época, Nicaragua formaba parte del Virreinato de Nueva España, pero como en otros lugares de América Latina, los ideales de independencia comenzaron a tomar fuerza.
La independencia de Nicaragua no fue un evento aislado, sino que formó parte de un movimiento más amplio en América Latina que buscaba la emancipación de las potencias coloniales europeas.
En 1821, Nicaragua proclamó su independencia de España y se unió al Primer Imperio Mexicano, liderado por Agustín de Iturbide. Sin embargo, esta unión fue efímera debido a los conflictos internos en México.
Posteriormente, Nicaragua se unió a las Provincias Unidas de Centroamérica, una federación que incluía a El Salvador, Guatemala, Honduras y Costa Rica. Sin embargo, esta unión también fue breve debido a las tensiones entre las regiones y las luchas por el poder.
Finalmente, en 1838, Nicaragua logró su independencia definitiva al separarse de las Provincias Unidas de Centroamérica y convertirse en una república independiente.
La disolución de esta unión marcó el momento en que Nicaragua estableció su autonomía política y se convirtió en una entidad soberana, consolidando así su independencia.
El Día de la Independencia se celebra en todo el país con entusiasmo.
Las calles y edificios se decoran con banderas y colores patrióticos, y se llevan a cabo desfiles y actos cívicos.
La bandera de Nicaragua, con sus franjas azules y blancas, es un símbolo importante en estas celebraciones y representa la historia y la identidad de la nación.