Los hechos violentos se registran mientras rige un estado de excepción desde el pasado 24 de julio en todo el territorio ecuatoriano.
Una crisis de inseguridad, violencia y política se vive en Ecuador, a poco más de un mes de celebrar el balotaje de las elecciones presidenciales anticipadas, en las que se enfrentarán Luisa González, candidata del movimiento Revolución Ciudadana (RC), y Daniel Noboa, de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN).
La noche del miércoles y madrugada de este jueves, dos coches bomba explotaron en el centro de Quito, la capital del país. De acuerdo con la Policía Nacional, la primera explosión se registró a aproximadamente las 19:00 [hora local] de ayer en las calles Robles y Amazonas, en el sector de La Mariscal, cerca de un edificio donde antes funcionaba el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), el departamento estatal encargado de custodiar y administrar las cárceles de Ecuador. En el vehículo se encontraron dos cilindros de gas y, aparentemente, tacos de dinamita.
«Tras las verificaciones preliminares, se establece que individuos habrían dejado abandonado el vehículo estacionado, en las calles Robles y Amazonas, en Quito, mismo que se habría encontrado con un artefacto de mecha lenta. Posterior, dos ciudadanos que se movilizaban en una motocicleta habrían lanzado líquido inflamable, que produjo la explosión del automotor», detalló la Policía. Seis personas fueron detenidas por su presunta implicación en este hecho.
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Más tarde, cerca de las 02:00 de la madrugada, una camioneta con dos cilindros de gas en su interior explotó en la avenida 12 de Octubre, entre las calles Wilson y Foch, causando daños en los exteriores del edificio de la SNAI, según precisó la Policía.
En ninguna de las explosiones se registraron víctimas que lamentar, detallaron las fuerzas de seguridad.
Además, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, informó, sin dar mayores detalles, que tres granadas fueron detonadas de manera controlada en la capital ecuatoriana.

Agentes penitenciarios retenidos
Mientras ocurrieron esas explosiones en Quito, agentes penitenciarios permanecen secuestrados por reos en la cárcel del Turi, en la ciudad andina de Cuenca, provincia de Azuay, al sur del país.
Los presos se han amotinado subiéndose al techo del recinto carcelario, uno de los tantos donde se han registrado hechos violentos en los últimos años en el país suramericano.
Wagner Bravo, secretario de Seguridad Publica y del Estado, en entrevista con FM Mundo, comentó que con estas acciones, tanto en las cárceles como en las calles (con los coches bomba), los grupos de delincuencia organizada quieren «amedrentarle al Estado» para evitar que sigan cumpliendo con su función de controlar los centros penitenciarios.

Sobre los carros bomba, consideró que podrían estar vinculados a una repercusión por el traslado a diferentes cárceles de las seis personas que fueron detenidas por su presunta implicación con el asesinato del excandidato presidencial Fernando Villavicencio, ocurrido el pasado 9 de agosto.
Asimismo, según el SNAI, el motín en la prisión de Cuenca es en protesta por la intervención, con más de 1.800 efectivos de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas, efectuado el miércoles en la cárcel de Latacunga, capital de la provincia de Cotopaxi. Esas acciones se realizaron con la finalidad de «sacar armas, municiones y explosivos» y «evitar hechos violentos», según dijo el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso.