Bolivia y Venezuela resaltan que, de ser integrados, le darían más fuerza y amplitud geopolítica al grupo.
El bloque de países BRICS ha dado el primer paso para ampliar su influencia a escala global tras anunciar en su XV Cumbre, realizada en Johannesburgo, Sudáfrica, la próxima incorporación de otras seis naciones que resultan estratégicas para este importante grupo económico, lo que ha dejado las puertas abiertas para seguir ampliando el número de miembros.
Este bloque, que aspira construir un mundo multipolar basado en el respeto, la igualdad, la cooperación y que ponga fin a la hegemonía y dependencia global del dólar, inicia «un nuevo punto de partida», como lo expresó el presidente de China, Xi Jinping, tras conocerse la incorporación de Argentina, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía, que en enero de 2024 serán miembros plenos.
De este modo, Suramérica con Brasil a la cabeza y próximamente con Argentina juega un rol fundamental para la internacionalización del bloque, que desde 2011 no sumaba nuevos miembros tras la integración de Sudáfrica.
El aporte de Argentina
Argentina muestra cifras importantes en exportaciones de bienes. En 2022, según datos de la Cancillería, el país suramericano alcanzó un registro que le permitió exportar más de 100.000 millones de dólares, un hito para la nación que significó un superávit de 6.923 millones de dólares.
En esas cifras fueron claves las exportaciones del sector agropecuario, industrial, materia prima, combustibles y energía, sobre todo petróleo y litio. En alimentos, la soja fue fundamental, así como el trigo, el maíz, la carne deshuesada, refrigerada y congelada y la cebada. También destacan el sector automotor, farmacéutico, productos químicos y agroquímicos, fertilizantes, maquinaria y materiales eléctricos.
Además, Argentina es uno de los principales socios comerciales de los BRICS sin aún ser parte del bloque. Brasil fue en 2022 su primer mercado de exportación con 14,3%; luego China con 9,1% y más atrás India, con 5,2%. Además, tiene gran influencia en EE.UU., el tercer país al que más exporta con 7,5%, y en la Unión Europea con 12,3%.
De igual forma, su influencia también es innegable en el Mercado Común del Sur (Mercosur), que impacta también en Paraguay, Uruguay y Chile, país andino al que le suministra 5,6 % de sus exportaciones.
El presidente argentino, Alberto Fernández, indicó que la entrada al BRICS «abre un nuevo escenario» y «fortalece» a su país, porque amplía las posibilidades de avanzar en la integración regional y mundial, crear nuevos mercados y consolidar los existentes.
Integrarse a los BRICS, agregó, implica participar en un bloque que representa el 24 % del PIB global, el 16 % de exportaciones y el 15 % de las importaciones mundiales de bienes y servicios. También dijo que Argentina será un «interlocutor clave y un potencial articulador de consensos» en un contexto mundial con «marcadas tensiones geopolíticas».
Puertas abiertas
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, adelantó que el bloque continuará trabajando en el objetivo de «ampliar la influencia de los BRICS en el mundo», lo que deja las puertas abiertas a otras naciones que deseen integrarse.
Entre esos países cobran importancia Bolivia y Venezuela, que aunque no están sumados, han manifestado su deseo de integrarse con la oferta de sumar sus potenciales: una gran y variada cantidad de recursos naturales, minerales y energéticos, que son estratégicos para la economía global.
En el caso de Bolivia, poseedor de la mayor reserva de litio del mundo, ya tiene en marcha distintos acuerdos con China y Rusia. Además, le ofrece al BRICS una influencia directa en la zona andina suramericana.