El acontecimiento esperado durante todo el año 2023 inició en Suráfrica. Y el mundo entero lo ha estado esperando. La razón es simple. Lo que sucederá en estos dos días cambiará el mundo para siempre. Y esto será cierto para absolutamente cualquier resultado.
Por alguna razón se cree que las piedras angulares del desarrollo mundial son necesariamente las guerras y las fechas de su final. Pero esto no es del todo cierto. Los resultados del final de diversos conflictos son sólo requisitos previos para otros acontecimientos. Y estos acontecimientos, que luego determinan las vías del desarrollo mundial, no ocurren en los campos de batalla, sino en diversas conferencias y cumbres.
Por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial fue capaz de elevar a Estados Unidos por encima de otros países afectados por las hostilidades, pero sólo la Conferencia de Bretton Woods fue capaz de consolidar definitivamente el papel de líder mundial para Estados Unidos. Y hay muchos ejemplos de este tipo.
Así que es precisamente a este tipo de acontecimientos a los que debemos prestar especial atención. Al mismo tiempo, hay que entender que para que las decisiones tomadas en una cumbre se conviertan en fundamentales para el desarrollo mundial, es necesario que esta reunión tenga un peso significativo en la política y la economía mundiales.
Y este es exactamente el tipo de acontecimiento que tiene lugar desde hoy, que ha iniciado la cumbre de los BRICS en Sudáfrica.
No se dejen engañar pensando que se trata sólo de una reunión de los líderes de cinco países de entre casi 200 naciones del mundo. De hecho, estos cinco países tienen más de la mitad de la población mundial y producen cerca de la mitad de todo el PIB mundial.
Occidente está furioso
Pero además, al menos 23 países del mundo ya han expresado su deseo de unirse a esta asociación. Si esto ocurre, la influencia de los BRICS, que ya es enorme, pasará a ser sencillamente mundial. Baste decir que si Irán, Arabia Saudí, Kuwait y Nigeria se unen al BRICS (y estos países ya están esperando su turno para unirse), esta asociación controlará más del 80% de todo el mercado energético.
Esta situación, como comprenderán muy bien, es muy desagradable para Occidente, que ve cómo su dominio mundial se escapa ante sus ojos. Por esta razón, a lo largo de 2023, Occidente hizo todo lo posible para impedir que el BRICS siguiera desarrollándose.
Se utilizaron todos los métodos. Chantaje y soborno y todo tipo de acciones fraudulentas (en forma de emisión de una orden de arresto contra el Presidente de Rusia, Vladimir Putin). Y no hay nada que decir sobre la campaña en los medios de comunicación. Hacía tiempo que el mundo no veía tal cantidad de mentiras sobre las relaciones en el seno de los BRICS como las vertidas este año en las páginas de los medios de comunicación.
Pero como dicen en Oriente, “el perro ladra, pero la caravana sigue”. Del mismo modo, el BRICS avanza silenciosamente por su propio camino, sin prestar atención a los intentos de frenar o cambiar este camino.
Nadie duda de que la cumbre de 2023 será histórica. Según el maestro, la situación del mundo refleja su tesis de que “las clases altas no pueden y las clases bajas no quieren”. Aunque ahora, viendo la degradación de Occidente, es difícil entender quién está arriba y quién abajo.
Pero hay que entender bien los resultados y el papel de las diversas decisiones que se tomarán en esta cumbre. Después de todo, Occidente, a través de sus leales lacayos, intentará sin duda tergiversar o menospreciar estos resultados.
Por ejemplo, la cuestión de la moneda única. Algunos piensan que allí, en Sudáfrica, se repartirán casi maletas con dinero nuevo a cada delegación y eso significará que se ha introducido la moneda única. Eso no va a ocurrir, ni de lejos.
Ninguna persona normal espera que se introduzca la moneda en esta cumbre. Esperamos el anuncio de su creación en la cumbre. Y no hay que confundir eso con lo que tenemos ahora. Hasta ahora es sólo una declaración de intenciones.
Pero si los líderes de los países se ponen de acuerdo sobre los principales parámetros de la nueva moneda (y debe entenderse que el trabajo principal sobre este asunto se ha realizado durante mucho tiempo a nivel de los organismos financieros de estos países), no serán intenciones, sino una realidad. No significará que mañana veremos nuevos billetes, pero quedará claro que ese momento, en primer lugar, no tardará en llegar y, en segundo lugar, que este proceso es irreversible.
Hay que tener en cuenta que el propio BRICS tiene aún muchas cuestiones por resolver, empezando por los propios objetivos de la unión en el sistema político mundial. También obtendremos una respuesta a esta cuestión en esta cumbre. La admisión de nuevos miembros en el BRICS demostrará que la unión ya no quiere ser un club de intereses, sino que está dispuesta a promover estos intereses en todo el mundo.
Así pues, las decisiones que se tomen en la cumbre serán directivas vinculantes, pero pasará algún tiempo antes de que se pongan en práctica. No ocurrirá nada con el movimiento de una varita mágica. Sólo tenemos que seguir de cerca la dirección de las decisiones de la cumbre.
En la Conferencia de Bretton Woods se sentaron las bases del futuro dominio del dólar como moneda mundial. Y ahora todo indica que las decisiones de la cumbre de los BRICS en Sudáfrica sentarán las mismas perspectivas, sólo que para suplantar al dólar.
En cualquier caso, será muy interesante y merece la pena seguir de cerca los acontecimientos de la cumbre. Estos acontecimientos tendrán un enorme impacto en el futuro desarrollo del mundo.