El Diario Nica

Bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki

Hasta la fecha, estos bombardeos constituyen los únicos ataques nucleares de la historia.

Los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, se efectuaron el 6 y 9 de agosto de 1945, los dos ataques nucleares, fueron ordenados por Harry S. Truman, presidente de los Estados Unidos, contra el imperio del Japón, lo que contribuyó, junto con la guerra soviético-japonesa, a la rendición de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Paul W. Tibbets, de 31 años, coronel del ejército norteamericano, fue el piloto encargado de pilotar el Bombardero B-29 y George R. “Bob” Caron, sargento y artillero que lanzó la bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima.

Little Boy, fue el nombre con el que bautizaron los americanos a la bomba lanzada en Hiroshima. La bomba de uranio-235 de 4.400 kilogramos de peso, 3 metros de longitud, 75 centímetros de diámetro y una potencia explosiva de 16 kilotones, – 1600 toneladas de dinamita-, explotó a las 8:15 del 6 de agosto de 1945 a una altitud de 600 metros sobre la ciudad japonesa, acabando con la vida de aproximadamente 140.000 personas.

Little Boy, fue el nombre con el que bautizaron los americanos a la bomba lanzada en Hiroshima.

Fat man, fue el apodo dado a la segunda bomba lanzada, en este caso de plutonio por el ejército estadounidense sobre Nagasaki, el 9 de agosto de 1945. Detonado a una altitud de 550 metros sobre la ciudad, el dispositivo de 3,25 metros de longitud por 1,52 de diámetro, pesaba 4.630 kilogramos y poseía una potencia de 25 kilotones. Los ataques provocaron la rendición incondicional de Japón

La segunda bomba atómica, fue lanzada 3 días después del ataque sobre Hiroshima, acabando instantáneamente con la vida de 70.000 personas. Otros miles morirían después a consecuencia de la radiación. Esta fue lanzada desde un bombardero B-29 apodado como “Bockscar”. Charles Donald Albury, copilotó el avión que arrojaría la segunda bomba sobre Nagasaki.

Fat man, fue el apodo dado a la segunda bomba lanzada

Se estima que las bombas mataron a 166 000 personas en Hiroshima y 80 000 en Nagasaki,​ totalizando unas 246 000 muertes, aunque solo la mitad falleció los días de los bombardeos.

Del total de personas fallecidas, el 20 % murieron por lesiones o enfermedades atribuidas al envenenamiento por radiación. Desde entonces, algunas otras personas han fallecido de leucemia (231 casos observados) y distintos cánceres (334 observados) atribuidos a la exposición y a la radiación liberada por las bombas. En ambas ciudades, la gran mayoría de las muertes fueron de civiles.

Seis días después de la detonación sobre Nagasaki, el 15 de agosto, el Imperio de Japón anunció su rendición incondicional a los «Aliados», haciéndose formal el 2 de septiembre con la firma del acta de capitulación. Con la rendición de Japón, concluyó la guerra del Pacífico y, por tanto, la Segunda Guerra Mundial.

Como consecuencias de la derrota, el Imperio nipón fue ocupado por fuerzas aliadas lideradas por los Estados Unidos con contribuciones de Australia, la India británica, el Reino Unido y Nueva Zelanda.