Puede ser perjudicial para las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y México.
Alicia Bárcena, canciller de México, comunico que el Gobierno ha enviado dos notas diplomáticas a EE.UU. para denunciar la instalación de un muro de boyas flotantes en el río Bravo, que fluje a través del estado de Texas y el norte del país latinoamericano.
Bárcena aseveró que la instalación estaría violando el Tratado de Aguas de 1944 y otro de 1970 que delimita las fronteras marítimas, ya que 230 de los 305 metros de boyas ya instaladas se encuentran en territorio mexicano.
La canciller subrayó que el presidente de EE.UU., Joe Biden, a instancias de su homólogo López Obrador, presentó una demanda contra el estado de Texas a través del Departamento de Estado por esta cuestión.
«Hay una decisión del gobierno federal (de EE.UU.) de apoyar a México en relación a esta acción, que es una acción unilateral de un estado».
La instalación de esta barrera comenzó el pasado 8 de julio por orden del gobernador de Texas, Greg Abbott, que la definió como «una nueva barrera marina» en el río Bravo.
Con ella se pretende impedir el flujo de migrantes que cruzan, en ocasiones nadando, la frontera en este punto.
Tras las informaciones iniciales, la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), organización integrada por representantes de los dos países limítrofes, recorrió la zona para conocer exactamente su estado.
Allí encontró terraplenes que provocan obstrucción y desviación del libre flujo del cauce izquierdo del río; contenedores metálicos de carga dentro de la zona de inundación; una malla tipo concertina sobre el borde; y las citadas boyas plásticas gigantes.