El 17 de julio en Nicaragua conmemora el Día de la Alegría, cuando hace 44 años el dictador Anastasio Somoza huyó del país, hacía Norteamérica, dejando tras de sí una estela de destrucción y muerte.
Para todos los ciudadanos nicaragüenses, ese 17 de julio renació la alegría y esperanza de un mañana cada vez mejor.
Es importante rememorar los hechos de julio de 1979 porque no perdemos la esperanza de que, finalmente, como pueblo, podamos aprender las enseñanzas de la historia
Hace 44 años, en un día como hoy, salió de Nicaragua, para nunca más volver, Anastasio Somoza Debayle, el último gobernante de la dinastía somocista. Una dinastía que duró 45 años: primero Anastasio Somoza García, después Luis Somoza Debayle y más tarde Anastasio Somoza Debayle, “Tachito”.
La histórica huida de Somoza quedó marcada en la mente de los nicaragüenses como el Día de Alegría, a partir del cual renace la libertad en Nicaragua.
Somoza abandonó el país y puso su avión rumbo a Estados Unidos ante la certeza de que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) lo derrocaría. Atrás dejó 45 años de dictadura familiar y a un presidente títere, Francisco Urcuyo, quien duró en la silla presidencial apenas 43 horas. Dos días después de su partida, el 19 de julio, triunfó la Revolución Sandinista.
El «caballo de Somoza», como la llamada con sorna los habitantes de la capital, era un gigantesco monumento fundado por la dinastia Anastasio Somoza Garcia, que se alzaba frente a la entrada principal del Estadio Nacional.
Tras la huida , los nicaraguenses tiraron al suelo el momunento del «Caballo de Somoza».
Somoza Debayle estuvo en el poder desde el 1 de mayo de 1967 hasta mayo de 1972. Después asumió el 1 de diciembre de 1974 hasta 1979, fecha en la que emprendió la huida hacia EE.UU., debido a la pérdida de apoyo de sectores aliados como la Iglesia católica.
En ese sentido, la dictadura somocista había utilizado a las Fuerzas Militares para aterrorizar a los sectores políticos alternativos, así como la censura de los medios de comunicación local.
Durante su estancia fuera de Nicaragua, Somoza realizó un viaje a Guatemala y después a Paraguay, donde por último fue ajusticiado con impacto de bala por un guerrillero argentino del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).