El ministro del Interior de Kenia, Kithure Kindiki, indicó que los expertos han identificado y mapeado 40 tumbas más que aún no se han excavado.
Las autoridades en Kenia, han exhumado los cuerpos de 12 víctimas más de un culto religioso en un bosque de la remota comuna de Shakahola, elevando a 350 el número total de muertos, reportan medios locales este martes.
«Hemos estado patrullando y ayudando a los detectives de homicidios a rastrear el bosque, y hemos identificado varias tumbas», dijo la comisionada regional, Rhoda Onyancha, agregando que el número de personas que han denunciado la desaparición de seres queridos es de 613.
Por su parte, el ministro del Interior de Kenia, Kithure Kindiki, indicó que los expertos han reconocido y mapeado 40 tumbas más que aún no se han excavado. «Vimos familias de seis y siete personas enterradas en una tumba», dijo Kindiki, citado por los medios.
La comisionada regional aseguró que el proceso de exhumación tomará algún tiempo en comparación con los anteriores. Se señala que, hasta el momento, 95 personas han sido rescatadas y 37 arrestadas en relación al culto, cuyas víctimas, especialmente niños, mujeres y ancianos, fueron obligadas por la fuerza a morir de hambre o asfixiadas por otros miembros de la secta para acelerar su muerte.
«Es la peor brecha de seguridad en la historia de nuestro país», se lee en un tuit de Kindiki publicado este martes, en el que también calificó de «masacre» lo ocurrido en Shakahola. Aseguró que para evitar que se repita la tragedia, el Gobierno del país africano impulsará reformas legales para disciplinar a los «predicadores deshonestos» que engañan a sus seguidores mediante «el extremismo religioso».
En mayo pasado, la Justicia keniana negó la libertad bajo fianza al líder del culto, Paul Mackenzie, acusado de ordenar a los feligreses de su Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas renunciar por completo a alimentarse y esperar la muerte para poder ir al cielo y encontrarse con Jesucristo.
También hay indicios de que Mackenzie y un grupo de cómplices se pudieron haber beneficiado económica y materialmente de estos trágicos actos. Anteriormente, se había informado que los cómplices del pastor enterraban los cadáveres a cambio de dinero que las propias víctimas pagaban por adelantado.