Este fenómeno, se produce cada dos a siete años, y su efecto suele durar entre nueve y doce meses.
La Organización Meteorológica Mundial de la ONU (OMM), expresó que la llegada de El Niño, es calificado por los meteorólogos de «doble golpe», ya que se suma al calentamiento global provocado por la actividad humana, causando intensas lluvias, episodios de sequías, incendios forestales y como consecuencia de ello, escasez de alimentos y enfermedades.
Petteri Taalas, secretario general de la organización, destacó la importancia de tomar medidas necesarias para preparase ante las condiciones meteorológicas extremas.
«La declaración de El Niño por parte de la OMM es la señal para que los gobiernos de todo el mundo movilicen los preparativos para limitar las repercusiones en nuestra salud, nuestros ecosistemas y nuestras economías». Afirmó Taalas.
«Las alertas tempranas y la acción anticipatoria de los fenómenos meteorológicos extremos asociados a este importante fenómeno climático son vitales para salvar vidas y medios de subsistencia». Indicó el secretario general.
La última vez que se desarrollaron las condiciones de El Niño fue en 2016, declarado el año más caluroso jamás registrado. En este contexto, ahora también se pronostican condiciones meteorológicas extremas, nuevos récords de temperaturas y un calor más extremo en numerosas partes del mundo y en el océano.
Según estimaciones de la OMM, hay un 90 % de posibilidades, que este fenómeno continúe durante el segundo semestre de 2023, con una intensidad moderada. Además, de un 66 % la probabilidades, que entre 2023 y 2027 la temperatura media anual cercana a la superficie global sea temporalmente superior a los 1,5 ºC.