El mal diagnóstico médico casi le arrebata la vida a una jovencita cuyo cáncer terminal avanzó luego que no le creyeran que era virgen y aseguraran que estaba embarazada.
Se trata del caso de la joven inglesa, Halle Pollard, quien cuando tenía 15 años, una prueba de embarazo le dio positivo, lo cual alertó a sus padres que pensaron debían afrontar el embarazo como familia.
No obstante, la joven era reiterativa en decir que ella no podía estar embarazada y algo raro debía estar pasándole.
Y es que la joven desarrolló una serie de síntomas alarmantes que la mantuvieron incapacitada durante varias semanas, y sus padres y doctores insistían en que eran síntomas de su embarazo.
La adolescente de Brighton, Reino Unido, comenzó con un fuerte dolor de espalda, que se intensificó hasta tal punto que no podía sentarse ni acostarse sin un dolor insoportable.
“Había perdido mucho peso, estaba constantemente cansada, no podía ir al baño y tenía dolores de cabeza y fatiga constantes”. Recordó Halle.
El médico le insistía que estaba embarazada y que ella aún estaba en etapa de negación: «Yo sabía que no estaba embarazada. Solo tenía 15 años y sabía que era imposible».
A pesar de la insistencia de los doctores, la madre de la joven sí le creyó y la llevó a otros médicos que le hicieron análisis de sangre y orina, que nuevamente dieron positivo de embarazo.
«Pensaron que estaba mintiendo o en negación. Tenía miedo de lo que pensarían mi mamá y mi papá, que les creerían a los médicos. Por suerte, mi madre me creyó todo el tiempo». Dijo la joven a medios ingleses.
Afortunadamente para ella, cuando le iban a hacer la ecografía, se evidenció que ella no estaba embarazada y que algo raro estaba pasando.
«Cuando me llevaron a hacerme un ultrasonido, mamá les dijo: ‘No hay bebé’”, dice.
A pesar de que se alivió al saber que no estaba embarazo, lo que se vino fue una pésima noticia, dado que descubrieron que su útero estaba lleno de tumores, cáncer tipo 4.
«Era la etapa cuatro y se había extendido a mis pulmones. Tenía 42 tumores en mis pulmones y un tumor de 13 cm x 20 cm en mi ovario. Yo estaba en completo shock. Nunca me di cuenta de que tenía cáncer», contó la joven que ahora tiene 19 años.
La joven se sometió a una cirugía, le extirparon el ovario izquierdo y recibió cuatro rondas de quimioterapia, y pasó al menos 9 meses yendo al hospital todos los días hasta que finalmente venció el cáncer y ahora cuenta su historia para apoyar a otras jóvenes.