En el barrio San Judas de hay una fritanga que ofrece servicios de comida con un gigantesco queso frito.
Todos los días de miércoles a sábados esperan unas grandes filas por ser atendido y al mismo tiempo poder salir de la curiosidad, como muchos dicen del antojo de este inmenso queso.
Este platillo, es servido en una hoja de chagüite, con sus tajadas, le agrega un ingrediente secreto, el queso de tres o cuatro libras y su respectiva ensalada.
Lissethe Flore, propietaria del lugar, cuenta que el queso es elaborado en un una finca exclusivamente para su negocio.
El queso no es el único gigante en esta fritanga, también se sirve con gran proporción la carne asada, que es tan grande que tienen que empacarlo en una bolsa de 5 libras.