Este monumento, conocido como el León Doliente de Rubén Darío, se encuentra en la tumba del poeta nicaragüense.
El león ha capturado la atención de locales y visitantes desde su creación en 1916.
El León Doliente fue erigido en honor a Rubén Darío, considerado el príncipe de las letras castellanas. La escultura fue diseñada por el talentoso artista granadino Jorge Navas Cordonero y representa un león con un rostro emotivamente romántico, humanizando la figura que llora por la partida del destacado poeta.
Sin embargo, el León Doliente de Nicaragua no es el único de su tipo en el mundo. Uno de ellos es el Monumento al León de Lucerna en Suiza, creado entre 1819 y 1821 por el escultor danés Bertel Thorvaldsen.
Esta impresionante escultura conmemora la muerte de unos 760 mercenarios de la Guardia Suiza durante la Revolución francesa.
El León de Lucerna es reconocido mundialmente y ha dejado una huella imborrable en el corazón de quienes lo visitan.
El segundo monumento es el León de Atlanta, ubicado en el histórico cementerio de Oakland en Georgia, Estados Unidos. Esta escultura, conocida como el “León de la Confederación”, fue completada en 1894 por el artista T.M. Brady.
Originalmente, fue creada para honrar a los soldados confederados desconocidos que descansan en el cementerio. Sin embargo, con el tiempo, tanto el Obelisco Confederado como el León de Atlanta se han convertido en lugares de reunión para las celebraciones del Día de los Caídos Confederados.
Estos 3 monumentos, el León Doliente de Rubén Darío en Nicaragua, el León de Lucerna en Suiza y el León de Atlanta en Estados Unidos, son testigos silenciosos de eventos históricos y han sido elevados como símbolos de conmemoración.
Su presencia y belleza inspiran reflexión y respeto, recordándonos la importancia de honrar a aquellos que han partido y preservar la memoria colectiva.