En el contexto de la Conferencia Panamazónica que tuvo lugar en la ciudad brasileña de Belén, líderes indígenas instaron la víspera a la unidad de todas las comunidades nativas de Ecuador para prohibir la extracción de petróleo en áreas del Parque Nacional Yasuní (noreste), mientras se aproxima la consulta popular que decidirá al respecto, prevista para el 20 de agosto venidero.
El presidente de la Nación Waorani del Ecuador (Nawe), Juan Bay, aseguró en declaraciones a la prensa que «es preocupante la mala costumbre de la industria petrolera al dividir (a las comunidades) entregando una migaja de recursos sin entender lo que se está llevando (…) Por eso estamos llamando a la unidad».
Bay aseveró que no han recibido beneficios en salud, desarrollo o educación desde la llegada de las extracciones petroleras en el 2016 a las inmediaciones del Yasuní, estandarte de la biodiversidad amazónica y tierra de pueblos en aislamiento voluntario.
Asimismo, el líder indígena condenó la reducción del territorio de los pueblos tagaeri, taromenane, waorani y kichwa, lo provocará una «matanza» y «enfrentamientos» por el control de la zona.
Por su parte, la dirigente de Mujer y Salud de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confeniae), Nemo Guiquita, denunció que la extracción lo único que ha generado es «contaminación, muertes y enfermedades».
A su vez, la dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Alicia Cahuiya, rechazó la división entre comunidades por parte de la petrolera y, en caso de que gane la opción de permitir la explotación petrolera en el Yasuní, responsabilizó al Estado y a Petroecuador de las posibles muertes en enfrentamientos.
Al menos dos de las siete comunidades indígenas del área se mostraron en favor de la extracción de petróleo. Es el caso de Kawymeno y Boca Tiputini, que viven de la explotación del crudo.
Después de una batalla legal de diez años para que se aprobase la consulta, los ecuatorianos votarán el 20 de agosto venidero si quieren detener la producción del Bloque 43-ITT, el cuarto más productivo del país con 55.000 barriles al día y que representa el 11 por ciento de la producción petrolera nacional.