Más de 100 golaneses resultaron heridos y otros 10 fueron arrestados durante la represión de la protesta por parte del ejército israelí.
Damasco condena los bárbaros ataques de militares israelíes contra los sirios en el Golán ocupado, quienes rechazan los planes coloniales de Israel en sus tierras.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados de Siria anunció el jueves en un comunicado que el despliegue de un gran número de tropas israelíes en la aldea de Masada en el norte de los ocupados altos del Golán sirios con la intención de aterrorizar a los lugareños y ejecutar ataques bárbaros contra ellos demuestra que el terrorismo era y sigue siendo una característica del régimen de Tel Aviv.
La Cancillería siria denunció el uso excesivo y brutal de la fuerza por parte del ejército israelí contra los residentes de los altos del Golán, que se oponen al plan del régimen de Tel Aviv por sus intentos de instalar turbinas eólicas en tierras agrícolas de Siria.
La firmeza y la resiliencia de los sirios en el Golán ocupado y su apego a su patria madre reafirman que el régimen de ocupación israelí está inevitablemente condenado al colapso y que sus proyectos de construcción de asentamientos y otros planes coloniales no pueden ayudarlo a forjar una identidad, agregó el Ministerio.
Este miércoles, militares israelíes utilizaron desproporcionadamente balas de goma y botes de gas lacrimógeno contra miles de manifestantes sirios que protestaban contra las nuevas medidas arbitrarias y discriminatorias del régimen israelí de construir decenas de turbinas eólicas sobre sus tierras agrícolas en los altos del Golán.
Más de 100 golaneses resultaron heridos y otros 10 fueron arrestados durante la represión de la protesta por parte del ejército israelí.
Los observadores creen que el proyecto de la turbina eólica se encuentra entre los planes coloniales del régimen israelí en los altos del Golán ocupados.
Israel ocupó la mayor parte de la meseta siria del Golán tras la guerra de los Seis Días en 1967 e incorporó ese territorio a su sistema jurídico en 1981, lo que significa una anexión de facto. Muchos países y organizaciones internacionales rechazan dicha incorporación.
Damasco reafirmó que este territorio es parte inseparable de Siria y trabajará para recuperarlo por todos los medios disponibles y garantizados por el derecho internacional e instó a las Naciones Unidas y sus Estados miembros que asuman sus responsabilidades y presionen al régimen de Tel Aviv para que ponga fin a su ocupación.