La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reunirá con el presidente Luiz Inácio Lula Silva en Brasilia este lunes en la primera escala de una gira por cuatro países de América Latina en el preámbulo de una cumbre birregional el mes próximo.
Tras la visita a Brasil, Von der Leyen también se reunirá con los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, en Buenos Aires; de Chile, Gabriel Boric,en Santiago; y de México, Andrés Manuel López Obrador, en Ciudad de México.
El viaje sirve como preparación para una cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños (CELAC), que se realizará el 17 y 18 de julio en Bruselas.
La Celac fue creada en 2010, está integrada por 33 países de la región y recibió un nuevo impulso este año con el regreso de Brasil, luego de que el expresidente Jair Bolsonaro sacara al país del organismo internacional. La última cumbre presencial entre la Celac y la UE se realizó en 2015.
Una de las prioridades de Von der Leyen en Brasilia será defender la aprobación del tratado de libre comercio entre la UE y Mercosur, bloque integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Este será el tema de una conferencia que dará en la Confederación Nacional de la Industria (CNI), el lunes.
Por el momento, las negociaciones para la ratificación del acuerdo dependen de la resolución de dos puntos principales de desacuerdo. Por el lado de la UE, existe una demanda para que los países del Mercosur asuman lo que los europeos denominan «más compromisos ambientales».
A su vez, el presidente brasileño, ya manifestó que no acepta la disposición del acuerdo sobre compras gubernamentales, que autorizaría a las empresas europeas a participar en licitaciones públicas en los países del Mercosur en igualdad de condiciones con las empresas locales.
España, el país europeo con mayores lazos históricos con América Latina, asumirá la presidencia rotatoria de la UE en julio, visto por los partidarios del acuerdo como una oportunidad para finalizarlo.
El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, dijo que aunque el bloque europeo y los 33 países de América Latina y el Caribe tienen «una historia común y valores compartidos, esta asociación ha sido subestimada o incluso descuidada». Señaló que las relaciones comerciales siguen siendo fuertes, pero la cooperación política se ha quedado en el camino.