El Diario Nica

Irlanda impone una multa récord a Meta

El regulador acusa a la matriz de Facebook de no proteger suficientemente los datos de europeos al trasladarlos a EE UU.

El regulador de datos irlandés ha impuesto a Meta la mayor multa europea por vulneración de la privacidad de la historia. Los 1.200 millones, cifra que superan a los 746 con los que fue sancionada Amazon en 2021, también por asuntos relacionados con la privacidad. La sanción es por la falta de garantías de seguridad para los ciudadanos europeos en el traslado de sus datos a EE UU. Como otras grandes tecnológicas, Meta tiene su sede europea en Irlanda, con lo que sus organismos nacionales se encargan de la regulación.

La decisión coincide con el quinto aniversario de la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea y ha sido celebrada por el Consejo de Reguladores Europeos (EDPB, por sus siglas en inglés). La multa récord, la mayor hasta la fecha en materia del RGPD de la UE, supone un “enérgico mensaje a las organizaciones de que las violaciones graves de las normas europeas y tienen consecuencias de gran alcance”, añadió la presidenta de los reguladores europeos, Andrea Jelinek.

Las infracciones cometidas por la sede europea de Meta en Irlanda “son muy graves”, dado que se trata de transferencias de datos “sistemáticas, repetitivas y continuas”, ha dicho Jelinek en un comunicado.

 “Facebook tiene millones de usuarios en Europa, así que el volumen de transferencia de datos personales es masivo”, ha insistido.

La multa emerge de las revelaciones de Edward Snowden en 2013. Los documentos que filtró probaban que los servicios secretos de EE UU habían accedido a datos de ciudadanos de otros países a través de compañías como Google o Facebook. Una demanda del abogado y activista austriaco Max Schrems está en el origen del caso por el traslado de datos.

Meta ya ha respondido que este problema no es solo de su organización y que tienen previsto recurrir la multa “injustificada e innecesaria”: “No se trata de las prácticas de privacidad de una empresa, existe un conflicto de leyes fundamental entre las reglas del Gobierno de EE UU, sobre el acceso a los datos y los derechos de privacidad europeos, se espera que los legisladores resuelvan este verano”, han publicado en un blog de la compañía el presidente de Asuntos Globales de Meta, Nick Clegg, y la jefa del Departamento Legal, tras conocer la decisión.

Ese acuerdo entre autoridades que espera Meta es el DPF, el Data Privacy Framework (acuerdo marco sobre privacidad de los datos), que deberá regir el traslado de datos entre la UE y EE UU.

Para los representantes de la industria también resulta fundamental que se cierre lo antes posible el acuerdo de datos transatlántico porque, según la Asociación de la Industria de Computadoras y Comunicaciones (CCIA), la decisión adoptada ahora “ignora la realidad” y, en los hechos, “hace ilegal la manera en que funciona internet, desde videoconferencias a la navegación por internet o el procesamiento de pagos en línea”.

“Esta incertidumbre legal persistirá mientras el nuevo mecanismo de transferencia de datos entre EEUU y Europa, no sea formalmente aprobado por los Estados miembros”, ha advertido Alexandre Roure, director para Europa de la CCIA.

El regulador también pretende prohibir a Meta el traslado de datos de Europa a EE UU y que borre los que ya se han enviado. Sin embargo, se espera, que Meta pueda evitar estas consecuencias porque los gobiernos europeo y estadounidense deben firmar el DPF, el acuerdo que regule este tras base de datos entre continentes.

“Esa orden de no enviar más datos a EE UU en el futuro puede que no sea particularmente significativa porque prevemos un nuevo acuerdo de datos EE UU-UE muy pronto”, dice Johnny Ryan, responsable de Derechos de la Información en el Irish Council for Civil Liberties.

La medida prevé un tiempo de seis meses de transición y es probable que Meta recurra, lo que alargará su entrada en práctica.

La multa, según la agencia irlandesa, se basa en el uso de una herramienta llamada cláusula estándar contractual (SCC, en sus siglas en inglés) para mover los datos europeos a EEUU y que no “afronta los riesgos a las libertades y derechos fundamentales” de los usuarios de Facebook en la UE.