El gobierno de Colombia anunció este lunes la suspensión del cese al fuego bilateral en cuatro departamentos con las disidencias conocidas como Estado Mayor Central (EMC) de las extintas FARC, tras el asesinato de cuatro menores indígenas que habían sido reclutados por esta guerrilla.
«El cese bilateral que había actualmente con este grupo armado en los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo se suspende y se reactivan todas las operaciones ofensivas. Estas actuaciones serán realizadas bajo el respeto de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. La decisión se hará efectiva en las próximas 72 horas», señala un comunicado divulgado por el presidente Gustavo Petro.
«Si el cese al fuego bilateral no es efectivo en determinados territorios para proteger la vida y la integridad de toda la población, no tiene sentido persistir en ello», agrega el texto oficial.
La decisión fue motivada por el asesinato de cuatro niños del pueblo Murui, en el departamento de Putumayo, atribuido al frente Carolina Ramírez, del EMC, bajo el mando del guerrillero ‘Iván Mordisco’.
Desde la Oficina del Alto Comisionado para la Paz indicaron que los menores fueron asesinados cuando intentaban escapar de un reclutamiento forzado.
El EMC es uno de los cinco grupos armados con los que Petro anunció un cese al fuego bilateral, el pasado 31 de diciembre.
En un comunicado divulgado por la prensa local, el EMC asegura que «el rompimiento unilateral desatará la guerra y se multiplicarán los muertos, heridos y prisioneros, contrario a una política de paz total».
El gobierno, sin embargo, reafirmó su voluntad de avanzar hacia el anunciado inicio de unas negociaciones de paz con esta organización, que rechazó el acuerdo con las FARC en 2016.
«El Gobierno nacional compartirá en las próximas horas los nombres de los integrantes de su delegación para la mesa de conversaciones de paz con el EMC FARC para iniciar de manera perentoria la fase de diálogos», dice el texto.
El EMC, por su parte, acusa al gobierno de haber proseguido con sus operativos militares contra la estructura guerrillera, pese al cese bilateral.
«Hemos demostrado nuestra voluntad de paz desde el 22 de septiembre de 2022, cuando anunciamos el cese de acciones ofensivas contra las fuerzas militares y, posteriormente, se aceptó un cese al fuego bilateral con el fin de crear un ambiente propicio para una eventual mesa de diálogo. En la práctica, el cese al fuego siempre fue unilateral porque los operativos militares, que de nuevo dejan entrever el paramilitarismo como política de Estado, jamás cesaron», declaró el grupo.