Pekín formalizó relaciones diplomáticas con estas cinco naciones.
Xi Jinping, informó que fortalecerá la cooperación con cinco naciones de Asia Central en materia de economía, comercio, infraestructura, transporte y energía.
En el marco de la Cumbre China-Asia Central, que se celebró en la ciudad de Xi’an. Al evento asistieron los representantes de Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, a los que Xi se refirió como sus «hermanos en Asia Central».
Xi, reiteró que la región integrada por las cinco antiguas repúblicas soviéticas goza de una «ventaja geográfica única», lo que podría convertirla «en un importante centro de interconexión entre Asia y Europa».
También, enfatizó que su gobierno se opondrá «resueltamente a las fuerzas externas que interfieren en los países de la región», así como aquellas entidades que «organizan ‘revoluciones de colores'».
Que mantendrá «tolerancia cero para las ‘tres fuerzas'» en Asia Central, en referencia al terrorismo, el separatismo y el extremismo religioso, además de trabajar «para resolver el dilema de seguridad regional» y promover la «reconstrucción pacífica» de Afganistán.
Prometió «apoyo financiero y asistencia gratuita» por un monto de 26.000 millones de yuanes (3.700 millones de dólares). También en temas que fue la construcción de la Línea D del gasoducto de gas natural entre China y Asia Central, así como el establecimiento de una asociación bilateral para el desarrollo de fuentes de petróleo y gas.
Subrayó que se aumentará el comercio transfronterizo mediante la creación de carreteras y líneas ferroviarias, conjuntamente de instar a las empresas chinas a edificar almacenes en Asia Central y simplificar los trámites de importación.
Xi señaló que esta es primera reunión de este tipo desde que Pekín formalizó relaciones diplomáticas con estas cinco naciones, que se independizaron de la Unión Soviética en 1992.
Los presidentes de los cinco países centroasiáticos permitieron su apoyo a una mayor participación de China en la zona, incluyendo el plan de la Franja y la Ruta, lanzado en 2013.
La cumbre coincidió con la reunión del G7 en la ciudad japonesa de Hiroshima, donde se espera que los jefes de las economías más avanzadas, incluidas Estados Unidos, Alemania, Canadá y Francia, discutan medidas para contrarrestar la «coerción económica» china.