Por una «nueva fase» en la cooperación regional en su intervención en la cumbre.
Dio inicio l32.º edición de la cumbre de jefes de Estado de Liga Árabe en la ciudad de Yeda, en Arabia Saudita, donde se trató, entre otros temas, la crisis ucraniana.
La asistencia de Assad en la cumbre de la Liga Árabe, a comenzar el viernes, sella el retorno de Siria al redil árabe tras 12 años de suspensión y abre un nuevo capítulo en las relaciones tras más de una década de tensiones.
La Liga de 22 miembros, que se reúne en la ciudad saudí de Yeda, aprobó recientemente el regreso de Siria y se dispone a darle la bienvenida a Assad, quien en años recientes era considerado un paria en la región. El presidente sirio fue invitado oficialmente la semana pasada a asistir al encuentro.
En el evento también contó con la visita sorpresa del presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, que se dirigió a los líderes presentes, varios de los cuales son cercanos a Rusia o se mantienen neutrales ante el conflicto.
El mandatario ucraniano «Comenzando mi primera visita al Reino de Arabia Saudita para mejorar las relaciones bilaterales y los lazos de Ucrania con el mundo árabe”.
El príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, durante el discurso de apertura de la cumbre, manifestó la voluntad de su país de mediar entre Rusia y Ucrania para «solucionar la crisis políticamente y ayudar a lograr la paz y la seguridad».
En el evento estuvo presente el presidente sirio, Bashar al Assad, por primera vez desde que estalló el conflicto en 2011 después de que Damasco haya sido readmitida en el organismo a principios de este mes.
al Assad, manifestó «Las grietas que han surgido durante la última década deben ser tratadas, y lo más importante es dejar que los pueblos manejen sus asuntos internos y evitar la injerencia externa en estos asuntos.
La participación de Damasco en la organización fue suspendida en noviembre de 2011 a raíz del inicio del conflicto interno.
Tras no conseguir concesiones de las autoridades sirias a favor de la oposición, la mayoría de las naciones árabes retiraron a sus embajadores de Siria y se sumaron al bloqueo económico.