La alcaldesa de El Alto, Eva Copa, afirmó que «el Ministerio Público está trabajando, aplicando mano dura a estos hechos que están siendo denunciados».
El procurador boliviano, Wilfredo Chávez, afirmó este viernes que no quedarán en la impunidad los abusos sexuales cometidos por integrantes de la Iglesia Católica contra menores de edad, mientras continúan presentándose nuevas denuncias de pederastia.
Chávez realizó estas declaraciones después de hacerse público que el jesuita Luis María Roma Padrosa, ya fallecido, coleccionaba fotos de sus abusos a niños indígenas en el país latinoamericano.
Expresó que en tras los casos ya conocidos se percibe encubrimiento y complicidad de otros individuos. A través de Twitter, dijo “Todo es parte del encubrimiento sistemático de la iglesia católica. ¡No quedarán en la impunidad!”.
Por otra parte, la fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, declaró que el sacerdote Milton Murillo fue formalmente acusado este jueves de delitos sexuales y, por determinación de la Justicia, enviado al penal de Morros Blancos con detención preventiva durante tres meses.
Gutiérrez confirmó que existe otro religioso investigado y que la Fiscalía está abierta en recibir más denuncias para esclarecer estos hechos. “Con esto queremos decir que el Ministerio Público está trabajando, aplicando mano dura a estos hechos que están siendo denunciados”. Afirmó.
También este jueves la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, aseguró que la semana próxima, junto a otros regidores bolivianos, tendrá un encuentro con el papa Francisco, ocasión en que se referirá a las denuncias de pederastia ocurridas en la nación.
El miércoles, Chávez confirmó que hay casos de investigación abiertos en Cochabamba, La Paz, Santa Cruz y Tarija. Horas atrás, la Defensoría del Pueblo informó que recibió una denuncia en Sucre en contra de otro sacerdote fallecido.
Estas denuncias de pederastia contra integrantes de la iglesia católica en Bolivia surgieron tras revelarse por un diario español que el sacerdote Pica’ Pedrajas, ya fallecido, reconoció en escritos suyos que abusó de al menos 85 menores de edad y que sus actos fueron encubiertos por miembros de la iglesia católica.