Una masiva movilización en Argentina se llevó a cabo el jueves para condenar la austeridad ordenada por el Fondo Monetario Internacional contra esa nación.
En medio del caos económico que atraviesa el país latinoamericano, en primer lugar, por las medidas adoptadas por el expresidente Mauricio Macri [2015-2019].
Las relativas al Fondo Monetario Internacional (FMI), las principales organizaciones sociales argentinas se dieron cita en una multitudinaria protesta para exigir mejoras salariales y más empleo.
La llamada Marcha Federal Piquetera, que tuvo como epicentro la avenida 9 de Julio en Buenos Aires (la capital), unificó a los movimientos sociales en contra del ajuste en los planes sociales y alimentarios que prevé el actual Gobierno de Alberto Fernández.
La Auditoría General de la Nación (AGN) de Argentina reveló el mismo jueves las irregularidades en el préstamo que el FMI ofreció al Gobierno de Macri en 2018. Según el informe, el malversado crédito aumentó la “vulnerabilidad y los riesgos” de la compleja situación social y política de esa nación.
Los manifestantes usaron ollas vacías y una gran cesta de papel maché con alimentos para llamar la atención sobre sus demandas. Aseguraron temer la intervención del Fondo en los asuntos políticos del país mediante las medidas adoptadas por el Gobierno para cumplir con el préstamo.
El actual Ejecutivo alcanzó en marzo de 2022 un acuerdo con el FMI para refinanciar el pago del préstamo de 56 000 millones de dólares, de que Argentina consiguió 44 000 millones de dólares.
El Gobierno anuncia que la causa de la actual mega inflación que azota Argentina es el mismo préstamo y la deuda récord que impuso a la nación. De hecho, se trata del crédito más importante de la historia de Argentina y también de la historia del FMI, representando 127 veces la capacidad de endeudamiento del país.