Lo del Sevilla con la Europa League es un matrimonio que no parece terminarse jamás.
El equipo andaluz es el equipo con más títulos en el certamen (6) y en 2023 irá por uno más: venció a la Juventus por 2-1 en la vuelta de las semifinales y accedió a la definición, donde lo espera la Roma de José Mourinho.
Tras el 1-1 en la ida, la Juve se puso en ventaja promediando el segundo tiempo, gracias a una buena definición del recién ingresado Dusan Vlahovic. Sin embargo, otro jugador que saltó desde el banquillo, Suso, no tardó en marcar el empate, con zurdazo espectacular desde afuera del área.
El 1-1 (y 2-2 global) se mantuvo durante los 90 minutos, para llegar así a la prórroga. Allí apareció un centro preciso de Bryan Gil, de gran actuación y un cabezazo todavía mejor, de otro jugador que comenzó afuera del once titular: Erik Lamela. Locura en el Sánchez-Pizjuán y victoria, tras varios minutos de sufrimiento, defendiendo cerca del área propia los embates desprolijos de los italianos.
Dentro de la alegría, la única mala noticia para el Sevilla pasó por la expulsión de Marcos Acuña, quien vio una segunda amarilla insólita por parte de Danny Makkelie (de muy mal partido), tras demorar la realización de un lateral. El lateral argentino no podrá estar presente en la final ante la Roma.
Para la Juve se trata de un golpe más, en una temporada para el olvido y probablemente, el adiós a su última esperanza de jugar la Champions League 2023-2024 (en los próximos días se confirmaría la reducción de puntos, que lo sacaría de ese lugar en la Serie A).