“El dinero no puede comprar la vida”. Dicen que esas fueron sus últimas palabras. Su vida se apagó el 11 de mayo de 1981, a las 11.30, en el Cedar of Lebanon Hospital de Miami, Estados Unidos. Tenía 36 años y había dejado 11 hijos con siete mujeres. Se cumplen 42 años de la muerte de Bob Marley, la leyenda del reggae.
A Marley lo enterraron el 21 de mayo en su pueblo natal, Nine Mile, Jamaica. Antes de hacerlo, colocaron su ataúd en un mausoleo temporal pintado en los colores rojo, verde y dorado. Junto a su cadáver embalsamado estaba su guitarra Gibson Les Paul roja, una Biblia abierta en el Salmo 23 y un tallo de cannabis colocado allí por su viuda, Rita.
El cáncer no le permitió ver por última vez a su país. La enfermedad avanzó rápidamente. Tras una dramática hospitalización en una clínica de Múnich, Alemania, y especializada en enfermedades terminales, había decidido regresar a Jamaica. Sin embargo, no pudo hacerlo y tuvo que aterrizar de emergencia en Miami.
En 1980 ofreció dos shows en el Madison Square Garden, el emblemático estadio de Manhattan. Fue en aquellos conciertos donde su salud comenzó verse considerablemente deteriorada. En 1977, Marley había sufrido un golpe en un dedo del pie jugando fútbol en Francia, durante la gira de su disco Exodus.
Un periodista francés, por accidente, le clavó los tapones. Justo ahí tenía una herida que venía arrastrando desde hacía tres años, tras un partido en Jamaica, y a la que nunca le prestó atención porque le pareció superficial. Si bien le solía sangrar, se las arreglaba con medicina casera y vendas para zafar.
Dicho accidente tuvo lugar en un partido con periodistas franceses, antes de un show que ofreció en París con su banda, The Wailers. El músico tuvo fuertes dolores en el dedo gordo y tras acceder a revisarse la herida, expertos en salud detectaron un tumor. Aun así, Marley decidió continuar con las giras.
Con el tiempo, aquellos mismos dolores que sufría se volvieron insoportables. En una segunda revisión, los médicos tuvieron que informarle que un cáncer se le había extendido por todo el cuerpo. Ya era tarde.
A los 10 años, y tras la inminente decisión de su padre de abandonarlo a él y a su madre, Marley tuvo que ayudar a su familia para subsistir. Alternando su vida laboral junto a su formación musical, comenzó a buscar una veta dentro del reggae.
Junto a Bunny, nueva pareja de su madre, y Winston Hubert McIntosh (Peter Tosh), a quien conoció en sus primeros años dentro del espectro musical, crearon en 1962 los “Wailing Wailers”. Aún sin mucho éxito, así comenzó la carrera del ícono del reggae.
Pero toda la gloria que tuvo como artista quedó salpicada por secretos que se fueron revelando con los años. Su ex esposa, Rita Marley, escribió su libro “No Woman, No Cry: My Life with Bob Marley”. En esas páginas contó que el cantante desarrolló tendencias homofóbicas, además de maltratarla, rompiendo por completo la imagen de Marley como figura de paz.
Según Rita, Marley, además de serle infiel sin ocultárselo de ninguna forma, la violó varias veces mientras ascendía a la fama. Ella aseguró que Bob nunca hubiera aceptado un “no” por respuesta, forzándola a tener sexo con él con frecuencia, pues al ser su esposa, “era su obligación darle placer”.
También se supo que Bob tenía una fuerte homofobia producto de sus enseñanzas rastafari, incluso dentro de la ley en Jamaica, país en el que la comunidad LGBTQI+ no la pasa bien. Cuenta la leyenda que incluso Marley se negó a tomarse una foto con Prince, quién nunca declaró ser gay, pero que a los ojos de Bob lo era.
Se ha hablado mucho de su muerte, pero no tanto de su ‘casi muerte’, el día que sobrevivió a un tiroteo contra él y su banda en un local de ensayos en diciembre de 1976. De los casi 100 disparos, uno acertó a darle a Bob Marley. Una bala rozó su pecho y paró en su brazo. Ya nunca saldría de allí, al no poder extraérsela los doctores.