Han estado negociando durante años acerca de la manera de afrontar su descontaminación.
El Gobierno de EE.UU. ha comunicado al gobierno de España, que está dispuesto a negociar la limpieza del área que continúa contaminada con plutonio en Palomares, desde hace 57 años.
Esto se bebe a que en 1966 se produjo un accidente entre dos aviones del Ejército estadounidense que contaminó con el material radioactivo 40 hectáreas (40.000 metros cuadrados) de la costa de Almería, al sur del país.
Los dos aviones, estaban realizando una operación rutinaria de repostaje en vuelo, sin embargo, durante un fallo en la maniobra colisionaron, cayeron y acabaron carbonizados, 7de los tripulantes de los 2 aviones murieron.
El bombardero llevaba 4 bombas termonucleares de 1,5 megatones cada una (casi 10 veces más que la bomba de Hiroshima). Una cayó en el mar y las otras 3 en tierra, aunque ninguna explotó, 2 de ellas se rompieron y dispersaron su carga de plutonio.
La contaminación radioactiva resultante, compuesta principalmente por plutonio-239, plutonio-240 y americio-241, se dispersó en una superficie de 226 hectáreas que incluían monte bajo, tierras de cultivo y zonas urbanas.
Se hizo una primera limpieza, donde se recuperaron las 4 bombas, incluida la caída en el mar, 80 días después; se retiraron 1.400 toneladas de tierra que fueron transportadas a Carolina del Sur; y se retiró la tierra superficial contaminada de 25.000 metros cuadrados. Se calcula que estas labores le costaron al Ejército estadounidense 80 millones de euros de aquellos años.
Sin embargo, en 2007 un estudio de un organismo dependiente del Ministerio de Ciencias confirmó que todavía hay restos de plutonio esparcidos por alrededor de 40 hectáreas. A día de hoy existen zonas valladas que restringen el paso por el peligro de esta contaminación.
La última conversación tuvo lugar en el año 2015, cuando ambas naciones llegaron a un acuerdo, sin vinculación jurídica, que recogía que España se encargaría de la limpieza, mientras que EE.UU. se haría cargo de las tierras radioactivas, sin embargo, el documento nunca llegó a ser desarrollado.
El Plutonio, por sus características de metal superpesado y radiactivo, es una de las sustancias más tóxicas para la salud humana y el riesgo de exposición se incrementa como resultado de la contaminación del suelo, el aire o el agua tras un escape o accidente radiactivo.