El presidente español agradeció a su homólogo brasileño «su interés para impulsar un grupo de países mediadores para alcanzar la paz».
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, recibió este miércoles a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en el Palacio de la Moncloa, sede del Ejecutivo, en Madrid, en encuentro marcado por la búsqueda de la paz en Ucrania.
Sánchez, que declaró su apoyo a Lula en las elecciones de 2022, agradeció «la implicación» del presidente brasileño en el conflicto y «su interés para impulsar un grupo de países mediadores para alcanzar la paz».
«Se ha echado de menos a Brasil estos años», comentó el mandatario español, después que las relaciones entre ambos países se resintiesen durante los cuatro años de administración del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Sánchez habló de la importancia de que todos los países se impliquen para «lograr una paz justa y verdadera» y que «el país agredido sea escuchado».
Por su parte, Lula dijo que «no sirve para nada decir quién tiene la razón o no». «Hay que parar la guerra (…) no se puede conversar hasta que esta cese». Añadió.
Asimismo, especificó que los que tienen que «decidir» a quién pertenece Crimea son los rusos y los ucranianos. «No depende de mí decidir de quién es Crimea. Cuando te sientas en una mesa de negociaciones, puedes discutir cualquier cosa, incluso Crimea. Pero son los rusos y los ucranianos quienes tienen que discutir eso», comentó.
«El líder brasileño volvió a cargar contra el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que considera obsoleto. «Vivimos en un mundo muy extraño, donde los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, todos ellos son los mayores productores y vendedores de armas del mundo, y los mayores participantes en la guerra». Aseguró.
El mandatario brasileño afirmó que «la geopolítica ha cambiado, la economía ha cambiado», por lo que consideró vital «construir un nuevo mecanismo internacional que pueda hacer cosas diferentes».
Lula dijo entender «el papel de la Unión Europea, que tiene países fronterizos con Rusia» y mencionó que Brasil «está a más de 14.000 kilómetros de distancia».
«Todos estamos en contra de la guerra, la guerra ya ha empezado. Creo que la manera en la que se dirige la negociación es equivocada». Aseveró.