La iniciativa busca ofrecer apoyo en educación, trabajo y salud a los conocidos como ‘hikimori’.
Corea del Sur brindará a los niños y jóvenes que viven aislados de la sociedad un bono de subsistencia mensual, con el propósito de animar a que salgan de sus hogares y se socialicen.
El gabinete surcoreano aprobó la medida para proporcionar miles de dólares al año en educación, asesoramiento laboral y asistencia sanitaria a los conocidos como ‘hikikomori’, entre el rango de 9 y 24 años de edad.
El síndrome de Hikikomori, también conocido en español como síndrome de la puerta cerrada, es un trastorno que hace referencia al fenómeno del aislamiento social extremo y voluntario.
Las personas afectadas tienden a recluirse en su habitación, evitan el contacto social de todo tipo y sustituyen, en muchos casos, las relaciones sociales en persona por relaciones virtuales.
El síndrome afecta a la salud mental y social del paciente de diversas formas. Por un lado, degrada sus relaciones sociales, tanto en el ámbito familiar como en el de las amistades y relaciones laborales. Asimismo, especialmente cuando el problema se ha prolongado a lo largo de años, los Hikikomori muestran dificultades a la hora de emplear habilidades sociales habituales en las personas socialmente sanas.
El bono para las personas que se inscriban y califiquen para el programa gubernamental será de 650.000 wones (unos 490 dólares) mensuales para gastos generales.
El Gobierno espera que la iniciativa ayude a que los «jóvenes solitarios recuperen su vida cotidiana y se reintegren a la sociedad».
Unas 350,000 personas de entre 19 y 39 años en Corea del Sur se consideran solitarias o aisladas. Los jóvenes recluidos a menudo provienen de entornos desfavorecidos y el 40 % comenzó a recluirse en casa durante la adolescencia. El objetivo principal de la política es ayudar a los jóvenes desfavorecidos, pero también es una forma de enfrentar el problema de la reducción de la población en edad laboral en el país, en medio de tasas de natalidad alarmantemente bajas