El Diario Nica

Terremoto del 31

El terremoto de Managua de 1931 fue un sismo que destruyó la capital de Nicaragua, de magnitud 6.0 grados en la escala de Richter, el Martes Santo 31 de marzo de 1931.

Su epicentro se ubicó en la falla del Estadio (llamada así por atravesar el actual Estadio Nacional Dennis Martínez, que entonces era la Penitenciaría Nacional). Causó cerca de entre 1.200 y 1.500 muertos y más de 2.000 heridos.

La capital era pequeña y encantadora, tenía unos cien mil habitantes y 7,005 casas, la mayoría de Taquezal, según archivos históricos.

A los 10 y 23 minutos de la mañana del 31 de marzo de 1931, Martes Santo (en plena Semana Santa), la ciudad fue sacudida por un temblor que empezó de una manera lenta y fue aumentando en vitalidad hasta culminar en terremoto que causó la destrucción de Managua.

En los mercados, almacenes y tiendas de comercio que estaban atestadas de gente que se preparaba para la Semana Santa, fue mayor el espanto y la confusión. Los que habían quedado con vida corrían como locos en distintas direcciones.

El terremoto destruyó totalmente 833 edificios. Entre ellos estuvieron el Palacio Nacional, el Palacio de Comunicaciones, los mercados Central y San Miguel, el Teatro Variedades, La Casa del Águila, los templos de Candelaria, San Antonio, San Pedro y la Penitenciaría Nacional, (ubicada donde hoy es el Estadio Stanley Cayasso), y dónde murieron centenares de reos y alienados. Los mejores edificios del radio central y el que no se derrumbó en la ciudad, quedó averiado.

Quedaron en pie solamente la armazón de hierro de la Antigua Catedral en construcción (apenas iniciada tres años antes en 1928), Casa Pellas, el Club Social, Palacio del Ayuntamiento, Palacio Nacional (incendiado posteriormente por los marines estadounidenses en un arranque de furia) y la casa presidencial en la Loma de Tiscapa, y uno que otro edificio de particulares.

Centenares de cadáveres sin identificar se llevaron en camión al cementerio y se echaron a la fosa común; una zanja especial que se hizo prontamente. Más tarde se colocó allí un monumento costeado por los obreros.

El terremoto sorprendió al presidente de Nicaragua general José María Moncada disfrutando las vacaciones de Semana Santa en su residencia campestre llamada Palacete de Venecia a la orilla de la laguna de Masaya. La noticia del desastre le llegó después que la información recorriera un largo periplo por los sistemas militares de radio de los marines (Nicaragua estaba intervenida por la Infantería de Marina de los Estados Unidos) y la Tropical Radio, también estadounidense, que informaron a Washington D. C., luego a Nueva York, de ahí llegó a San Juan del Sur en el departamento de Rivas por cable y a Masatepe por telégrafo a Masatepe de donde salió un mensajero llevando la fatal noticia a dicho palacete. Moncada llegó el mismo día a Managua por la tarde e instaló una improvisada casa presidencial en la residencia de su primo y subsecretario de Relaciones Exteriores Anastasio Somoza García, (futuro Jefe Director de la Guardia Nacional y presidente de la república) frente a la ermita del Perpetuo Socorro, esquina opuesta al Campo de Marte; allí le llegaron las condolencias de diplomáticos y jefes de estado, de todos los países del mundo incluyendo las del Papa Pío XI, Herbert Hoover (Presidente de los Estados Unidos) y las de Henry L. Stimson. Más tarde el gobierno del general Moncada se trasladó temporalmente a la ciudad de Masaya, que por algunos días fue la capital.

La ley marcial fue decretada y los marines la aplicaron, se usaron cartuchos de dinamita para demoler los edificios no destruidos y así detener el avance de las llamas. Pero las explosiones causaron más destrucción que el mismo terremoto; esta experiencia evitó el uso en el siguiente terremoto del 23 de diciembre de 1972.