Aunque el Reino Unido y EE.UU. insistan en que se trata de «un componente estándar» de las municiones, la experiencia de uso demuestra que tiene graves consecuencias para los habitantes de las zonas bombardeadas con este tipo de material.
El reciente anuncio del Reino Unido sobre el envío a Kiev de municiones con uranio empobrecido no solo provocó una fuerte reacción por parte de Moscú, sino que también plantea la cuestión de si esta medida podría implicar graves consecuencias para los civiles que viven o vivan en los territorios en los que se utilice este tipo de arma.
A principios de esta semana, la viceministra de Defensa británica, Annabel Goldie, informó que, además de la entrega a Ucrania de un escuadrón de carros de combate Challenger, su país «suministrará munición que incluye proyectiles perforantes que contienen uranio empobrecido».
El uranio natural se compone de isótopos, principalmente del U-238 con una pequeña proporción del U-235, que es extremadamente radioactivo y fisionable de manera natural. En el proceso de enriquecimiento para la creación de combustible nuclear o bombas nucleares se produce, como subproducto, una gran cantidad de U-238 empobrecido (es decir, con mucho menos U-235). El uranio empobrecido contiene solo alrededor de un 0,3 % de U-235, por lo que las armas con este contenido no están prohibidas.
El uranio empobrecido es utilizado en proyectiles y bombas porque ya de por sí es un metal extremadamente denso, 1,7 veces más que el plomo, lo que le permite ser utilizado cuando se requiere una masa grande en un volumen pequeño. Así, proyectiles con esta sustancia pueden penetrar fácilmente tanques y vehículos blindados.
De acuerdo con la información proporcionada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el principal peligro potencial asociado a las armas de este tipo es la inhalación de los aerosoles que se generan cuando las municiones impactan contra un objetivo blindado.
En este sentido, la mayor dosis de estas vaporizaciones podría alcanzar a las personas que se encuentren cerca del objetivo en el momento del impacto o que luego lo examinen.