El entrenamiento tuvo como objetivo «demostrar la firme voluntad» de Pionyang de «dar una respuesta militar real y enviar una fuerte advertencia al enemigo».
Corea del Norte realizó los pasados 18 y 19 de marzo simulacros tácticos combinados destinados a fortalecer sustancialmente las capacidades de disuasión de guerra y de contraataque nuclear del país.
La agencia KCNA informó señalando que los ejercicios estuvieron dirigidos por el líder norcoreano, Kim Jong-un, que apareció acompañado de su hija.
De acuerdo con el medio, los simulacros tuvieron como objetivo «demostrar la firme voluntad» de Pionyang de «dar una respuesta militar real y enviar una fuerte advertencia al enemigo, que amplía sus maniobras militares agresivas», en referencia a EE.UU. y Corea del Sur.
El entrenamiento fue dividido en un ejercicio de gestión del sistema de control de ataque nuclear, un ejercicio real para pasar a la disposición de contraataque nuclear y el lanzamiento de un misil balístico táctico con una ojiva nuclear simulada. Se subraya que las maniobras «no tuvieron ningún impacto negativo en la seguridad de los Estados vecinos».
Según Kim Jong-un, el entrenamiento marcó un acontecimiento importante en la preparación de las fuerzas de combate nuclear de Corea del Norte para «llevar a cabo con rapidez y precisión su misión crucial de disuasión bélica y asegurar la iniciativa de guerra en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia inesperada»