El femicida disparó en cuatro ocasiones contra su esposa quién se encontraba chineando a su hijo de 6 años.
Rosa Alpina Morales, de 38 años, quien el pasado sábado fue asesinada a tiros por su esposo hondureño, en Miami, Estados Unidos, realizaron las gestiones para repatriar su cuerpo a Puerto Morazán, Chinandega, en las próximas semanas.
Allegados a la familia dijeron de manera extraoficial que el día del cobarde crimen, Rosa Morales y el hondureño con el que tenía varios años conviviendo, discutieron en su habitación por los supuestos celos enfermizos del catracho.
En ese momento, el femicida disparó en cuatro ocasiones contra la humanidad de la nicaragüense quien chineaba a su hijo de 6 años, procreado con el sujeto que le quitó la vida.
Morales falleció en brazos de un familiar que trató de asistirla, mientras que su pequeño quien resultó herido de bala fue trasladado a un hospital, de donde ya fue dado de alta.
De acuerdo con conocidos de familia doliente, Rosa Alpina sufría maltrato por parte del hondureño, por lo que presumen que la chinandegana se separaría de él y este en represalia la asesinó sin piedad.
La chinandegana deja en la orfandad a un niño de 10 años y a su pequeño de 6, quienes se encuentran al cuido de hermanos y primos de la ahora occisa en los Estados Unidos.
Tras cometer el femicidio, el catracho se disparó en un brazo, por lo cual fue trasladado a un hospital y luego puesto a la orden de las autoridades policiales.
Rosa Alpina Morales tenía 14 años de haber viajado a los Estados Unidos donde trabajaba pintando casas.