El 1 de marzo, Día de la Cero Discriminación, celebramos el derecho de todas las personas a vivir una vida plena y productiva con dignidad.
El Día de la Cero Discriminación pone de manifiesto cómo todas las personas pueden informarse y fomentar la inclusión, la compasión, la paz y, sobre todo, un movimiento por el cambio. Este día contribuye a crear un movimiento mundial de solidaridad para poner fin a cualquier forma de discriminación.
La discriminación hace referencia a cualquier acto o comportamiento que tiene por objeto o resultado la violación de los derechos humanos fundamentales que todas las personas disfrutan en pie de igualdad.
El derecho a la no discriminación implica que todas las personas reciban un trato digno, que se respete su dignidad humana, autonomía, privacidad y confidencialidad, y que se les garantice la ausencia de coacción y abuso en igualdad de condiciones.
Este año hacemos un llamamiento para que todo el mundo se haga sentir por la #cerodiscriminación. Individuos y comunidades pueden unir sus voces para transformar el mundo.
El Día de la Cero Discriminación representa una oportunidad para recordar que todo el mundo puede tomar parte en la transformación e involucrarse para conseguir una sociedad igualitaria y justa.
Debemos recordar que la discriminación sigue minando los esfuerzos para conseguir un mundo más justo y equitativo y provoca dolor y sufrimiento a muchas personas. En el Día de la Cero Discriminación, hazte sentir y planta cara a la discriminación allí donde esté.
La discriminación puede darse en cualquier lugar: en un centro de atención sanitaria, en el trabajo, en el colegio, en el hogar o en la comunidad. Además, la discriminación no solo afecta a individuos o grupos de personas discriminados, sino que nos hace daño a todos: